domingo, julio 20, 2008

Un jo-di-do problema

Nunca me había percatado de ello, pero un amigo sacó el tema durante una noche de copas:

- ¿Te das cuenta de cómo están hablando los jóvenes de ahora?

- ¿Mande?

- Es decir, como pronuncian algunas palabras. A mí me ha llamado la atención ver cómo cada vez hay más gente que usa la palabra “jodido”. Pero, además, pronunciándola así, con todas las sílabas: jo-di-do. Aquí nunca hemos pronunciado esa palabra así. De hecho, tampoco la hemos usado nunca como adjetivo, que es como se usa ahora: lo usábamos más bien como calificativo, y nunca la pronunciábamos entera: “como corre el jodío”, por ejemplo. Pero ahora los chavales hablan del jo-di-do tal y del jo-di-do cual, todo el tiempo. Y yo creo que es culpa del doblaje de las películas.

Bueno, otro argumento para los que estamos a favor de la versión original. ¿Es posible que en efecto el doblaje esté haciendo calar entre nosotros algunas expresiones o giros americanizados?. En su Nuevo Dardo en la Palabra, Fernando Lázaro Carreter hablaba del uso inverosímil de la palabra “pavo” en las películas dobladas: “Me debes veinte pavos”. Fue la mejor manera, supongo, que tenían los traductores de adaptar la palabra “buck”. Pero el académico sostenía que su uso en las películas era absurdo, porque ningún españolito de a pie la utilizaba en su vida cotidiana.

Ahora no tendría que preocuparse: los chavales de hoy la usan mogollón, y sospecho que tiene que ver no tanto con el doblaje como con el cambio de moneda. Desde que cobramos (poco) y pagamos (mucho) en euros, ahora sí tenemos cosas que valen veinte, cincuenta, cien “pavos”, y la palabra está conociendo un uso cotidiano creciente. No son los únicos casos; hay uno tremendo. ¿No se han encontrado con ninguna película yanqui -doblada, por supuesto-, donde de repente se ponen a cantar una cancioncilla de lo más absurdo que dice, más o menos, “hay cien botellas en la pared / hay cien botellas en la pared / si se cayera una quedarían noventa y nueve botellas en la pareeeeeeed…”?

No hay que investigar mucho para descubrir que semejante tontería es la traducción directa de una canción infantil titulada, en efecto, One hundred bottles of beer on the wall, propia para cantarla en autobuses escolares, camino de la excursión, del parque temático o de la catequesis, según. Pero el caso es que en España tenemos nuestra propia versión, ya saben, esa de “Un elefante / se balanceaba / sobre la tela de una araña / y como veía / que no se rompía / fueron a buscar a otro elefante” que, en mi infancia y preadolescencia, tenía también una versión política (“Un estudiante / se manifestaba / en la Avenida Jose Antonio / Y como veía / que no le disolvían / fueron a buscar a otro estudiante”) y otra pornográfica (“Un elefante / se la meneaba / sobre la tela de una araña / y como veía / que no se XXXXX / fueron a buscar a otro elefante”).

Bueno, pues cualquiera de estas tres versiones, creo, podría sustituir en el doblaje a la canción original, sin tener que hacer el canelo traduciendo unos versos que para quienes no sean yanquis no significan nada. En mi humilde opinión.

Todo este rollo se lo cuento, además, porque en la sección de links pueden dar la bienvenida a Switch Off And Let's Go, especializado única y exclusivamente en detectar fallos en la traducción y doblaje de las películas extranjeras; verdaderamente interesante. Echen un vistazo, que no se arrepentirán.

Y también damos la bienvenida a Lego y Pulgón, fiel visitante de este blog y que también escribe sobre cine (entre otras cosas).

¡Ah! Y en la foto de hoy sale El Nota porque el otro día me enteré de que la palabra “fuck” sale 281 veces en El Gran Lebowski. Posiblemente, un jodido récord.

7 comentarios:

Lego y Pulgón dijo...

(Gracias, Don Vince)
Siempre he pensado que en español, en el que se habla (hablaba) en la calle, no se usa de forma tan apabullante un equivalente a la "palabra de cuatro letras", como dicen los cursis, fuck. Está en todas partes, se usa para todo. Una escena de "Sex and the city" (la serie, la película no la veré hasta que no la consiga en VO, estas chicas dobladas son tontas del bote, dan grima): Carrie hace una pregunta a Mr Big, no recuerdo ahora qué era. Y él, que es un chuleta arrebatador, contesta con su media sonrisa: "Abso-fucking-lutely". Alucinante requiebro.
Y como en el cine los traducen TODOS, ahora lo normal es usar jodido con cualquier significado imaginable. Muy forzado hace quince años, casi natural ahora. Con lo rico que es el diccionario de tacos español...

Paco Fox dijo...

É vero: nosotros tenemos muchas más palabrotas que los angloparlantes, que ebusan del fucking cosa fina.
Con respecto a pronunciar todas las sílabas del jodido, a mí es algo que no me llama la atención especialmente... porque ya me chocaba hace años. Y es que, como andaluz, cuando llegué a Madriz lo que más me chocaba y daba grima (sí, sí: auténtico repuelús) era escuchar a la gente decir 'COJONESSS' y 'PUES TE JODESSS con todas sus letras, algo que me parecía mucho más agresivo que los equivalente "Cohone'" y "Po' Te'ode" de mi infancia

A propósito: la versión porno de los elefantes que yo conozco es 'Una alemana me la meneaba en una tienda de campaña'. Una referencia al turismo del norte de Europa tan alfredolándica que siempre me ha encantado.

Anónimo dijo...

Me imagino a un adolescente íbero llegando a la choza a la hora de comer y poniéndose a hablar utilizando palabras que había oído en una conversación entre legionarios romanos (que por otro lado no eran muy cultos y seguro que le daban unas patadas al latín de no te menees –homenaje a los elefantes y a las alemanas–), y me imagino a los padres íberos lamentándose de que ya no se habla el íbero como antes...
En cualquier caso, la alternativa castiza a "jodido", creo yo, debería ser "puta": "Cállate de una puta vez", "qué puta mala suerte", etc.

Vince dijo...

Bueno, estoy encantado con el nivel cultural de los comentarios de hoy... Esto sí que es un manifesto por la lengua, y no otros que hay por ahí.

Paco: ignoraba que fuera usted del sur, como un servidor. Allí la cosa es más grave, porque no decimos "jodío", sino directamente "joío", o sea, pasamos de las des.

Una cosa: este espacio no es para recados personales, pero necesito contactar con Vicisitud para enviarle un material muy relacionado con la última entrada de su blog, la de las fragancias para onvres. Dígale que me envíe un correo a la dirección del blog, please.

(Los que no sepan de qué estoy hablando, que entren en Vicisitud y Sordidez, sección de links)

Paco Fox dijo...

Puedes mandar el mail a la dirección del blog Bigotón Watch. Vicisitud está ahora de vacaciones, anyway.

Anónimo dijo...

Es que por mucho que le pese a los defendores de lo políticamente correcto una de las riquezas de nuestro idioma es su léxico garbancero. Soplapollas, capullo, mamón, membrillo, lameculos, tuercebotas, tumbaollas, brincatapias, baboso, majadero, tontolculo, tontoloscojones… son perlas de una bella y antigua tradición, la de ponerle a cada uno el epíteto que merece, porque no es lo mismo un tontolaba que un gilipollas. Y el summun, el hijolagranputa, que tanto puede ser peyorativo como admirativo.

Hablando de epítetos adecuados, ya va siendo hora de asignarle uno a los amantes de la corrección política. Yo propondría uno que la sabiduría popular asignó a cierto rey consorte de infausto recuerdo: los Paquito Natillas.

Y es que la corrección política, como tal, acaba por convertirse en una sucesión de mariconadas, palabra que no se refiere a la vida sexual de cierto porcentaje de los varones (que unos cifran en un 10 y yo acerco hasta el 90: si no fuera porque están convencidos de que la primera vez duele casi todos los tíos acabarían en la otra acera) sino a cierto tipo de dichos, actitudes y actividades que oscilan entre el cursilindismo y el empleo de papel de fumar para usos ajenos al tabaco.

Abajo el fucking: reivindiquemos la joda, el polvo, joder, el clavo, el palito, meterla en adobo, chingar y, por encima de todas, el verbo supremo: follar; el único término que no admite dudas ni malinterpretaciones

Anónimo dijo...

Muy buena entrada, a ver si me puedo colar en apaga y vámono... Una cosilla, en el cole nosotros cantábamos "10 green bottles", nunca one hundred ni a hundred ni na de eso, pero a lo mejor teníamos la versión resumida ;-) Besos, Paulova