miércoles, abril 30, 2008

¿El fin del morbo?


Nunca he terminado de entender el morbo de Al Pacino y Robert de Niro. El morbo por verles trabajar juntos, quiero decir. Supongo que la cosa tiene su origen no sólo en su enorme peso como actores en el cine americano de los 70, sino en que los dos interpretaron a padre -Vito Corleone- e hijo -Michael Corleone- en la segunda parte de El Padrino, pero sin que en ningún momento llegaran a aparecer al mismo tiempo en pantalla. Cosa lógica, porque sus escenas transcurrían en épocas diferentes. Desde entonces, siempre se ha especulado con la posibilidad de verles juntos en una película. La cosa pareció solucionarse con Heat (1995), de Michael Mann, donde De Niro era un sofisticado atracador de bancos, y Pacino, el policía encargado de detenerlo. Pero tampoco, porque los mitómanos contemplaron con desilusión cómo el único momento en que compartían pantalla fue en la famosa escena de la cafetería, que encima está rodada en plano contraplano, es decir, que tampoco se les llega a ver juntos en ningún momento.

Algunos, en el colmo del mosqueo, han llegado a decir que ni siquiera rodaron esa escena al mismo tiempo, sino que cada uno dijo su papel por separado; un rumor que se desmiente cuando se ve la escena con atención: el cogote que vemos en cada momento pertenece, efectivamente, al otro actor.

Bueno, pues ahora parece que se acabó el morbo: este otoño se estrena Righteous kill, donde, por lo que anticipa el trailer, parece que nos vamos a hartar de verles compartir pantalla en el papel de dos policías de Nueva York a la caza de un asesino en serie especializado en liquidar criminales que han salido libres por tecnicismos legales. Yo en este tipo de cosas, no soy demasiado mitómano, y aunque me consta el atractivo de verles trabajar juntos, hubiera preferido que esto lo hubieran hecho cuando ambos tenían menos años y estaban al cien por cien de su fuerza interpretativa -Pacino está más arrugado que el kleenek de un alérgico, y De Niro parece el hermano gordo de Tony Soprano-. Por otro lado, no deja de ser curioso que De Niro haya trabajado ¡tres veces! con la otra estrella carismática de esa época, Dustin Hoffman, sin que se haya producido un revuelo comparable. Y recordemos que, por lo menos, de una de las películas que protagonizaron -Los padres de él (2004)- cuanto menos se diga, mejor. Esperemos que no pase aquí lo mismo, y que Righteous kill valga la pena de ver… salga quien salga.

De todos modos, volviendo a la famosa escena de la cafetería en Heat, queda la duda de por qué en ningún momento aparecen los dos actores en un plano general. Sobre esto tengo una teoría personal e intransferible, basada únicamente en la intuición: los dos están interpretando a personajes que están en lados opuestos de la ley. Uno es un policía, el otro un criminal. Y, aunque se caigan bien, como ellos mismos se encargan de aclarar, si sus caminos se vuelven a cruzar no vacilarán en matarse. El plano contraplano, en este caso, sirve, creo yo, para delimitar esa barrera insalvable entre uno y otro. Un plano general estropearía esa sensación de distancia, daría una falsa impresión de que, en el fondo, tienen mucho en común; y no es el caso.

Ya les digo, es sólo una opinión personal. Y, si se pasan por Los Ángeles, apunten esta dirección: 9101 Wilshire Blvd. Beverly Hills, CA. Es la de Kate Mantillini el lugar donde se filmó la conversación, y por tanto, un lugar de peregrinaje para los mitómanos. Pero de cafetería nada, ¿eh? Es un restaurante de cuatro estrellas, así que preparen la Visa. ¿La mesa donde se sentaron Pacino y De Niro? La 71... Pero creo que está más solicitada que el número de móvil de Brad Pitt.

3 comentarios:

Lego y Pulgón dijo...

Me pregunto por qué harían Robert de Niro y Dustin Hoffman "Los padres de él". Que me reí ¿eh? pero qué sé yo... ¿tendrán falta de dinero? ¿alguna obligación contractual? ¿Usted lo sabe, D. V?

Anónimo dijo...

No lo soñé: antes de que se estrenara "Heat" en cine, yo ya había visto exactamente la misma trama en un telefilm. ¿Sabe usted, Vince, algo de esto?

Vince dijo...

Lego, yo creo que el motivo por el que la hizo de Niro estaba muy claro: los veinte millones de dólares que le pagaron por repetir su papel en la taquillera "Los padres de ella". Sobre los motivos de Hoffmann, ni idea. Y Vidal, si, no lo ha soñado, porque Michael Mann filmó la misma historia para televisión en 1989 con el título "L. A. Takedown".

Lo curioso es que, al día siguiente de publicar este post, en El País sacaron un artículo comentando la pésima puntería que están teniendo de Niro y Pacino al elegir sus papeles en los últimos años, como si miraran más el tamaño del cheque que el interés del papel. Ah, aquellos tiempos de los 70...