lunes, mayo 05, 2008

¡COÑO! ¡Pero si es Meteoro!


Como soy así de despistado, al principio no le presté ninguna atención al cartelón que había en la fachada del cine Callao, de Madrid, donde se anunciaba una cosa llamada Speed Racer. Lo primero que pensé fue que era la publicidad de un vídeojuego, que por fin estaba desplazando al cine incluso en las carteleras. Y luego ya me ha ido llegando información sobre la película, porque de una película se trata: es la cinta con que los hermanos Wachoswki vuelven al cine después de habernos tomado el pelo por triplicado con Matrix. ¿Y qué es eso de Speed Racer? ¡Pero si este es Meteoro, de toda la vida!

Bueno, vaya recuerdos que me trae el titulito en cuestión. Meteoro, nada menos. En El País de las Tentaciones del viernes pasado, Jordi Costa le dedicaba un estupendo artículo a esta serie de dibujos animados que marcó época en los cuarentones de hoy (aunque no se emitió en 1976, como él dice, sino en 1975). Hay que ponerse en nuestra situación: dos cadenas de televisión, y una escasez total de dibus que, por lo demás, no iban mucho más allá de las producciones de Hannah-Barbera y (gracias a Dios) los Looney Tunes de la Warner, pasando por reposiciones de Popeye y demás cortos del King Features Syndicate. Y de repente, llegó aquello, primera serie japonesa que pudieron ver nuestros ojitos, y lo que vimos nos dejaba los ojos tan grandes como los de los protagonistas, que ya era.

Meteoro (Speed Racer de nombre original) era un adolescente con casco blanco y pestañas de lo más Orgullo que competía con su bólido Mach 5 en competiciones de todo el mundo. Por el camino tenía que enfrentarse con malvados de toda clase y condición dispuestos a hacer lo que fuera por impedirle ganar. Salía de todas gracias a su habilidad como piloto y a los gadgets con los que estaba equipado el Mach 5, que dejaba al Batmovil y a los coches de 007 a la altura de un Seiscientos. Esa era la trama básica, pero lo que me llamaba la atención es cómo estaba presentada: por primera vez vi morir gente en una serie de dibujos. Porque no es sólo que los malos fueran más malos que pegar a un padre con un calcetín sudao, es que las carreras transcurrían en escenarios imposibles: desiertos, desfiladeros, barrancos infernales, zonas volcánicas, y en cuanto se daba la salida, por lo menos media docena de bólidos se pagaban unas leches que ríanse ustedes de la de Kovalainen en Montmeló, y acababan hechos trizas o envueltos en llamas, mientras escuchábamos con todo detalle los gritos de agonía de sus ocupantes… Cada trama duraba dos o tres episodios, que acababan siempre en un cliffhanger de los de comerse las uñas hasta los codos, que nos dejaba esperando el desenlace la semana siguiente; desenlace que rara vez llegaba, porque la Televisión Española de entonces se pasaba la continuidad por ahí mismo y ponía los episodios como Dios le daba a entender. Aquí tienen el pedazo de presentación original. ¿A que mola? Y del doblaje ni hablamos...

Bueno, pues eso era Meteoro. Con lo cual comprenderán que no vaya a ir a verla, porque me temo que todos esos recuerdos se me pueden venir abajo con una facilidad pasmosa. Además, verle con otro nombre… Lo de "Meteoro" tenía un pase, pero ¿Cómo se va a llamar un tío Speed de nombre y Racer de apellido? “Hola, tú ¿cómo te llamas?” “Pues me llamo Speed Racer, Spi para los amigos”. “¿Y a qué te dedicas?” “Hombre, yo iba para ginecólogo, pero con este nombre…”. Por eso de que la realidad raras veces imita al cine, el único piloto real con un nombre parecido era Scott Speed, que abandonó el campeonato de Fórmula 1 por la puerta chica después de mostrar infinitas maneras de hacer el ridículo al volante. Pero esa es otra historia, como decía aquél.

Y por cierto, insisto: el título es de vídeojuego, el cartel es de videojuego, y por lo que se ve en los trailers, la película tiene una pinta de videojuego que tira de espaldas. Ustedes mismos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me temo que yo tampoco iré a verla, igual que no me atrevo a ver hoy los capítulos originales de la serie, por miedo a llevarme una desilusión. Recuerdo con asombro el episodio en el que la carrera transcurría por el interior de un volcán, por supuesto en erupción (y los del París Dakar se quejan del calor) y al misterioso corredor enmascarado salvando in extremis a Meteoro (bueno, misterioso para Meteoro, que no debia tener muchas luces, porque todos sabíamos que el enmascarado era su perdido hermano mayor)

Anónimo dijo...

Los japoneses empezaron a hacer aquellas cosas raras, por ejemplo Heidi, la version con laguitos en los ojos de Meteoro, y se quedaron hasta hoy. Sus dibujos, algunos, no han sido mejorados nunca, como el fastuoso Mazinger Z. El que vio algun capitulo del "puños fuera", con el baron Ashler y el doctor Infierno, no lo olvidará jamás.

Anónimo dijo...
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Vince dijo...

Filomeno, yo lo recuerdo más bien los domingos, a la hora de la merienda, eso sí. Puede que tenga usted razón con el año, no lo sé seguro. Lo seguro es que no fue después de 1975, porque en verano de ese año mis padres se mudaron de casa... y yo recuerdo en qué casa la vi. Ahora, pudo ser antes, en efecto.

Anónimo dijo...

Amigo Vince: se lo comento porque "Heidi" se vió en 1975 y , por esa fecha ya estábamos acostumbrados al anime japonés, precisamente por "Meteoro"........ Con respecto al día, creo que se emitía día de semana, en la UHF, sobre las seis de la tarde; pero la memoria puede fallar......
Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola nostalgicos. Creo que podemos fiarnos de mi buena memoria para fechar esto. Tengo 45 tacos, y unos recuerdos imborrables de mi hermano y yo cenando en el comedor de casa, yo con 7 anyitos y el con 3, esperando a que la carta de ajuste del UHF diera paso a los dibujos animados a las 8 (8 y media?). Asi que debieron emitirlo hacia 1970. Pero lo que he visto en youtube no se parece en nada a mis recuerdos: yo lo vi en blanco y negro!!!!

Vince dijo...

Siempre me hacen gracia los comentarios que aparecen de repente en entradas antiguas. No sé qué decirle, anónimo, pero ahora que lo pienso bien... sí, debió ser antes de 1975, seguramente 72 o 73; yo también la vi en blanco y negro.
Eso sí, la peli empecé a verla hace poco y no aguanté ni diez minutos.

Anónimo dijo...
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