jueves, abril 10, 2008

Charlton y olé


Ya, ya sé que llevamos un par de entradas con Charlton Heston, pero es que no me resigno del todo a decirle adiós. Por lo menos, sin sacar algunas cosas sobre él que me parecen dignas de reseñarse. Su relación con España, por ejemplo. No creo equivocarme si digo que es la estrella de Hollywood que más veces ha trabajado en nuestro país. La cosa comenzó, desde luego, con El Cid en 1961, pero en los años siguientes se instalaría en lo que hoy es la macrourbanización de Las Rozas para protagonizar otra de las superproducciones del nunca bien recordado Samuel Bronston, 55 días en Pekín (1963). Bronston, como es sabido, cerró sus oficinas aquí, pero Heston siguió rodando en España; tanto en películas dirigidas por él como en coproducciones hispano franco alemanas o así, de esas que tanto abundaban en los cines de barrio de la Europa de los 60 y 70.

Lo cual le llevó, en más de una ocasión a trabajar con actores españoles. Sobre este particular hay un par de anécdotas. La primera se refiere al rodaje de Marco Antonio y Cleopatra (1972), dirigida por el propio Heston, y donde eligió para el papel de Octavia nada más y nada menos que a Carmen Sevilla. Pues bien, hace unos años en un programa de televisión -creo que fue en El show de Flo, presentado por el regordete Florentino-, llevaron a Carmen Sevilla de invitada… y pasaron una escena de la película, donde se ve claramente que Heston, en su papel de Marco Antonio, mientras desgrana frente a Carmen los inmortales versos de Shakespeare, le está tocando una teta con la mayor impunidad, pero al mismo tiempo como quien no quiere la cosa, como si estuviera plenamente concentrado en su papel y aquella mano estuviera donde estaba así como por casualidad. Preguntada sobre el particular, la actriz reconoció que sí, que eso pasó, y que tuvo que acabar diciéndole “mira, Chalton, o Calton, o como te llame, tu zerá una estrella y er directo de la pelicula, y to lo que tu quiera… pero no te pase”.

La otra anécdota se refiere al rodaje de La selva blanca (1973), una coproducción europea basada en The call of the wild, de Jack London. El lugar de rodaje elegido fue la ciudad noruega de Oslo, donde había unos exteriores que podían pasar sin demasiados problemas por la Alaska del libro, y uno de los compañeros de rodaje de Heston fue, según recuerda en sus memorias, “un joven y guapo actor español que había empezado a hacerse un nombre en el cine hispanoamericano”. El actor era Juan Luis Galiardo, que también había trabajado con Heston en Marco Antonio.

El problema, cuenta Heston, fue que la escasa luz solar y el aislamiento acabaron produciendo en Galiardo una depresión de caballo. Cada vez se iba encerrando más en sí mismo, con el ánimo más apagado. Heston era el único del equipo que hablaba español, y además regular, pero sus intentos de revivir a un Galiardo progresivamente ausente no tuvieron mucho éxito… hasta que un día quedó completamente paralizado al hacer una escena. “Luego se lo llevaron a un hospital de Oslo para hacerle unas pruebas. Aquella misma noche fui a visitarlo y me lo encontré callado, todavía sonriendo. Al cabo de uno o dos días le mandaron en avión a España, donde espero que se recuperara. No sé si alguna vez volvió a actuar”.

Pues sí, por aquí todos sabemos que Galiardo volvió a actuar, apareciendo en años recientes en películas estupendas como Familia, de Fernando León, y en otras que no lo son tanto. Y también utilizando esa prodigiosa voz que Dios le ha dado para insultar siempre que tiene ocasión al cine norteamericano. No sé si ha llegado a enterarse de que, al otro lado del charco, alguien le recordaba con más cariño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ese royo cañí de Carmen de España...muy fuerte!!

Por cierto, la chica esta, sabia ingles de joven??

O simplemente.. se dejaba llevar por actores guiones y demás parafernalia??

Lo que es cierto, es que la pobre cayó en desgracia a causa de... DINIO!????

jejejeje
Saludos.