domingo, junio 24, 2007

Clichés de domingo

En toda escena de lucha que tenga lugar en una cocina, la cabeza del protagonista estará a punto de ser sumergida en una freidora con aceite hirviendo.


Cuaquier padre cuyo hijo vaya a participar en una función escolar, o en un partido de béisbol de su instituto, llegará tarde a la misma aunque le haya prometido no perdérsela (o, mejor dicho, especialmente si le ha prometido no perdérsela)… pero sólo si es al principio de la película. Si ocurre en las últimas escenas, acudirá por fin a tiempo y todos serán felices.


Todos los gays son tipos majísimos que suelen vivir en el apartamento de al lado del / la protagonista. Si la película es una comedia, le servirán de paño de lágrimas. Si es un thriller, serán asesinados, o heridos gravemente, por el psicópata de turno, como un aperitivo antes de que se lance a por la estrella.


Cualquier coche arranca a la primera, salvo cuando a uno le persigue un serial killer armado con un hacha o una sierra mecánica; en ese caso, sólo se pondrá en marcha en el último segundo.


En las películas nunca llueve (aunque estén rodadas en Inglaterra) salvo cuando la lluvia es importante para recalcar alguna situación dramática.


En las películas nunca nieva, salvo en Navidad (aunque estén rodadas en Hawai).


Nadie cierra el coche con llave, ni tiene que perder tiempo buscando sitio para aparcar, ni espera a que un taxista le devuelva el cambio.


Los porros aparecerán en cualquier película española con protagonistas menores de 25 años.


Todas las enfermedades terminales empiezan por una tos.


Sólo duermen con pijama los hombres casados.


Cuando un actor tiene una pesadilla, invariablemente se despierta pegando un salto y quedándose sentado en la cama inundado en sudor, algo que a mí no me ha ocurrido ni aquella vez que soñé que me quedaba encerrado en un ascensor con Jose Luis Moreno (y sus muñecos).


(Algunós son de producción propia, y otros recopilados de aquí y allá. Pero en esta página tienen muchos más. ¿A alguien se le ocurre otro?)

10 comentarios:

Lego y Pulgón dijo...

Yo tengo dos:
1. A los caballos en el Oeste se les puede atar a un palo con un par de ágiles vueltas de las riendas; haz esto aquí, en España, y no volverás a ver a tu caballo nunca más.
2. El negro siempre muere. (Permítaseme la incorrección política de no decir afroamericano o "de color". No es peyorativo, o no pretende serlo). Ayúdeme, don Vince, no sé si es un recuerdo real o una nebulosa. Película: "The Abyss" (estoy casi, casi segura, qué pena de comentario mal documentado, mecachis)
Escena final: se salvan La Chica, El Chico y El Negro. Yo me digo: "Caramba, cómo ha cambiado el cine". Y de pronto, cuando están a punto de rescatarlos mientras flotan los tres en alta mar, viene un tiburón y se come... al negro.
¿No pasaba lo mismo en "La noche de los muertos vivientes? ¿No se salvaba de todos los zombies y al final se lo cargaban a tiros? ¿No era un hombre negro?
¿Y qué me dice de Tarzán? ¿Cuántos porteadores caían por los desfiladeros o se ahogaban en arenas movedizas o eran comidos (los primeros) por los caníbales?
¿Se prueba mi teoría o es una bobada?

Anónimo dijo...

Muy buenos, Vince. Ahí van otros cuatro:

1. PUERTAS SIN TIMBRE.
Aunque estamos en el siglo XXI, en la pelis USA casi ninguna puerta tiene timbre. O si lo tiene, no se usa. Siempre se llama con los nudillos, toc-toc.

2. EL MALO HABLA DEMASIADO.
En la secuencia final, a los malos siempre les da un ataque de verborrea mientras apuntan con la pistola al bueno, lo que da tiempo a que llegue la poli al rescate.

3. EL GATO TRAVIESO
En las pelis de miedo o de intriga, se oye un ruido nocturno en la casa y el/la protagonista se asusta. Pero sólo es un gato. El siguiente ruido, será el del malo.

4. LOS PIJOS DEL FBI
Todos los sheriffs de los condados odian a los del FBI y nunca son bien recibidos, por pijos y prepotentes.

Anónimo dijo...

Tengo uno en el que siempre me he fijado:
Qué poco pesan las maletas!! y cómo corren con ellas, como si estuvieran vacías. Y los porteros de los hoteles cuando transportan una en cada mano y una debajo de cada brazo......

Vince dijo...

A ver, Lego: lo de "La noche de los muertos vivientes" es como usted lo cuenta; en efecto el afroamericano (a mí a políticamente correcto no me gana ni Blas) se libra de todos los zombís... y al final la poli se lo carga de un tiro. Y lo de ese final de "The Abyss" no me suena de nada. A lo mejor se confunde con "Deep Blue Sea", pero tampoco creo que sea esa, porque al final, y precisamente en contra de todos los tópicos, el negrat... el afroamericano, quiero decir, se salva.

Muy buenos los que han sacado ustedes, especialmente el de los caballos en el Oeste (¡es cierto, siempre me ha llamado la atención!) y lo de los pijos del FBI, que siempre los reciben a uñas. Lo de las maletas es curioso: hace ya años que tienen ruedas, pero yo juraría que en las películas las siguen llevando de tres en tres debajo del brazo. Deben ser impresiones mías...

Lego y Pulgón dijo...

Haciendo un esfuerzo de memoria muy poco recomendable a mi edad, me he acordado del nombre de la película de terror submarino: "Leviatan".

Lynx dijo...

En las pelis de guerra, el compañero gravemente herido siempre tiene fuelle para echar un discursillo sentimental antes del último suspiro; a continuación, el héroe le cerrará los ojos pasando suavemente su mano por la cara del difunto.

Anónimo dijo...

Unas buenas ocurrencias, sí señor,
aunque a mí aún me quedan unos cuantos topicazos más en la manga:

1.Las puertas no sólo no tienen timbre, sino que (sobre todo en las casas grandes) se abren sin llave. Pon una de ésas en Madrid, que lo mismo el caco no te roba por compasión a tu inocencia.

2. En las pelis de miedo (alusión a "Km 666", un bodrio de cuidado, por cierto) al protagonista le pegan un tiro o le rompen una pierna y es luego capaz de correr y trepar árboles. Sólo se acuerda del dolor al final de la película para que la enamorada le cuide.

3. Los sistemas de los ordenadores que salen en las películas jamás son como los que tiene todo el mundo (a lo mejor será por un asunto comercial, ni idea).

4. En las comedias románticas: chico conoce chica, chico y chica se enamoran y pasan un tiempo feliz, hay un problema, canción sensiblera con pelea y posterior reconciliación y, en muchos casos, boda.

5. En las películas de institutos americanos los actores no tienen menos de 25 años (¿acaso faltan actores adolescentes?).

6. Siempre hay un personaje gracioso. Si es una de miedo, lo matan al principio, si es una comedia romántica, al final conoce a una chica guapísima que se enamora de sus comentarios ocurrentes.

7. Cuando salta el contestador del teléfono al propietario le da el tiempo justo para oír el mensaje completo, pero no para descolgar el auricular.

8. El malo malísimo siempre suelta una carcajada de hiena en celo, no hay ni uno que se ría de forma normal.

Anónimo dijo...

Curioso que hayáis olvidado el cliché más estúpido y común: el conductor jamás mira a la carretera. Aunque hay otro que nunca he llegado a comprender: ¿por qué todos los extraterrestres hablan inglés? Por no hablar de los malvados que, como dice Mirash, se ríen como hienas y además resucitan una o incluso dos veces. Aparte de que no es sólo que hable demasiado, es que le da tiempo para contar su malísimo plan, incluyendo todo tipo de detalles.

Anónimo dijo...

Es cierto que el negro siempre muere, pero es que además sigue un orden claramente preestablecido: el personaje tan insignificante que nadie se acordaba de él, el galán baboso, la chica guapa y tonta, el gracioso (que suele ser el negro, y si no se muere justo después), el científico listo y el malo. Todos caen como moscas hasta que sólo queda la parejita feliz. Qué le vamos a hacer... querían intimidad.

LE BLOG dijo...

A mí me da muchísima rabia cuando alguien llega muy nervioso a casa de un amigo, a contarle un problema; el amigo en cuestión le sirve una copa para charlar de lo que le preocupa, y de repente nuestro personaje se acuerda de algo ¡y se marcha a toda prisa sin probarla!