jueves, marzo 01, 2007

El mejor amigo de las estrellas

Elizabeth Taylor ha cumplido esta semana 75 años, bastante mal llevados a causa de sus continuos problemas de salud. Salud que ella misma no ha hecho nunca gran cosa por cuidar, como han demostrado sus biógrafos al recoger abundantes testimonios de una afición al alcohol comparable a la del que fue su marido de dos ocasiones y, sin duda, uno de los grandes amores de su vida, Richard Burton. Pero no a cualquier alcohol.

En una reciente serie de artículos publicados en La Vanguardia, el periodista Jaime Arias ha ido plasmando sus recuerdos de los años 60, cuando le tocó entrevistar y acompañar a numerosas estrellas de Hollywood en su paso por España. A Liz Taylor la vio en cuatro ocasiones, la última en el Festival de San Sebastian, donde desplegó todo un comportamiento de “diva sedienta”, Arias dixit. Invitada por la United Artists a la clausura, a la hora convenida para aparecer en público seguía sin moverse de la mesa de su suite. Quería un whisky. Trajeron whisky. Ese no valía. Quería bourbon. Hoy tenemos varias marcas a nuestra disposición en el Carrefour, pero por aquel entonces el bourbon era una bebida prácticamente inencontrable. Por fin, alguien localizó una botella de Four Roses. Tampoco. “¡Quiero un Jack Daniels!”. Hubo que desplazarse a toda velocidad al otro lado de la frontera en busca de una botella.

Es curiosa esta relación del Hollywood clásico con el Jack Daniels. Junto con el Dry martini, puede muy bien ser su bebida más emblemática. Cuando Ava Gardner decidió instalarse en España en 1956, procuró que sus amigos la mantuviesen bien provista de tres elementos inencontrables aquí entonces: chocolatinas Hershey, Kleenex y Jack Daniels. Paul Newman ha sido otro consumidor entusiasta, hasta el punto de formar parte de los Tennesse Squires, que es un grupo de personalidades a las que se les regala una porción de terreno en la destilería -por lo general, un pie cuadrado- como agradecimiento a su devoción por la marca (Elizabeth Taylor es otro miembro del club).

Pero ninguno de ellos puede compararse con Frank Sinatra. Su afición al Jack Daniels, y la publicidad involuntaria que de él hizo durante décadas, llegaban al extremo de izar una bandera con una botella en la entrada de su casa por las noches… y cambiarla por otra con las palabras “Alka Seltzer” por las mañanas. No es de extrañar que, a la hora de hacerle miembro de los Tennesse Squires, en la destilería pensaran que un pie cuadrado era muy poco; le regalaron un acre entero.

(Quisiera aclarar que la entrada de hoy NO está patrocinada por Jack Daniels).

5 comentarios:

Lynx dijo...

No sólo en el cine (recuerde a Nicholson en El resplandor), también muchos roqueros han promocionado el gran whiskey de Tennesse: Jim Morrison, Guns'N Roses Mötley Crüe, Van Halen, Every Time I Die.

Mire este anuncio:
http://camy.org/gallery/display.php?GalleryID=1134

Anónimo dijo...

Ahora veo mucho chardonnay en las pelis. ¿No os habéis fijado que en el cine USA se bebe ahora vino, mucho vino? Me temo que el JD lo dejan ahora para el lumperío (en la gran pantalla, of course).

Anónimo dijo...

Pues es una lástima que no patrocinen o subvencionen sus artículos. A nosotros nos iba a dar igual (si es que llegábamos a enterarnos) y unas perrillas extra nunca vienen mal. Lo importante es la calidad de sus artículos. Si siguen siendo buenos (algunos excelentes) y encima le pagan, ¿cómo lo consideraríamos? ¿Un milagro? ¿O delirium tremens?...

Vince dijo...

don naide, sólo le puedo decir que esta mañana he recibido un correo de otro bloguero que disfruta de una audiencia mucho más amplia que Pasa las palomitas. De hecho, ha empezado a incluir publicidad... y se saca unos diez dólares mensuales.

Afortunadamente, me pagan por mis artículos, e incluso por mis libros... pero no por este blog. Al menos, de momento.

cforeroo dijo...

LFrank Sinatra llevó su devoción al Jack Daniel's pidiendo ser enterrado con una botella. otros grandes fanáticos son los de Motley Crue, que son patrocinados por la destilería, pero no les dan ni un peso, les dan botellas de whiskey