Esa es la pregunta que pueden hacerse muchos espectadores a la hora de repasar la carrera del flamante ganador del Oscar al Mejor Actor Secundario, que se ha impuesto a nominados más conocidos pero de trayectoria menos dilatada, como Eddie Murphy -del que se cotillea que no soportó perder, y nada más darse el premio se largó del Kodak Theatre con un cabreo de mono; buena noticia para los llenabutacas que ocuparon su puesto el resto de la gala- o Mark Whalberg. La verdad es que llevamos toda la vida viendo a Arkin, haciendo todo tipo de películas en todo tipo de papeles; eso, cuando no está trabajando en Broadway, escribiendo o dando clases de interpretación.
Alan Arkin es un todoterreno. Su formación teatral a prueba de bomba le ha preparado para enfrentarse con cualquier cosa; en los últimos años es verdad que se le puede ver haciendo sobre todo de abuelito más o menos entrañable, pero uno de sus primeros papeles fue el del psicópata que acosa a Audrey Hepburn en Sola en la Oscuridad (Terence Young, 1967), aunque muy poco antes había aparecido en la comedia de Norman Jewison ¡Qué vienen los rusos! ¡Qué vienen los rusos! (1966), que le valió su primera nominación al Oscar (La segunda llegaría en 1969 por El corazón es un cazador solitario). Mucho antes de que Mel Gibson y Danny Glover volvieran a poner de moda las buddy movies con la serie Arma Letal, Arkin protagonizó Una extraña pareja de polis (1974) junto a James Caan; en 1991 destacó como el mecánico que ayuda al protagonista de Rocketeer, una película de aventuras nada despreciable y llena de guiños a leyendas del Hollywood clásico. Al año siguiente estaba metido en uno de los mayores dramas llevados a la pantalla en los últimos años, Glengarry Glen Ross.
Pero Arkin tiene también en su haber una película rara, rara, rara. O maldita, como ustedes quieran, considerando que tuvo que sustituir ni más ni menos que a Peter Sellers, y además en su papel más famoso. Tras los éxitos de La pantera Rosa (1963) y El nuevo caso del Inspector Clouseau (1964), el actor inglés se negó a interpretar por tercera vez al muy cretino polícía de la Sureté (volvería a hacerlo en 1975), y los productores de la serie le ofrecieron el papel a Arkin. La película, estrenada en 1968, se tituló Inspector Clouseau (el título español fue El rey del peligro) y, teniendo en cuenta que tampoco estaba Blake Edwards tras la cámara, el batacazo en taquilla fue monumental.
La película ha permanecido en el olvido, hasta que el año pasado fue editada en DVD -esta vez con su título original- junto con todas las demás de la serie de La Pantera Rosa. Creo que se puede conseguir por unos siete euros, pero yo la vi hace años y la verdad, tampoco recuerdo que fuera para tirar cohetes.
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