jueves, octubre 05, 2006

Cómo ser atropellado en condiciones


Si Al Capone fue durante mucho tiempo el prototipo de gángster cinematográfico, habría que convenir que su puesto ha sido heredado en la pequeña pantalla de hoy por Tony Soprano (Por cierto, en el hipotético caso de que alguien de la Warner se asome por este blog, ¿cuándo narices piensan sacar la sexta temporada? Que ya tardan...). Si este mafioso violento y retorcido se las arregla para resultarnos entrañable, ello se debe en buena parte al trabajo de James Gandolfini, un secundario en la mejor tradición del cine americano al que este papel le ha permitido por fin desplegar todo su peso específico como actor, dicho sea sin segundas.

Repasando la carrera de Gandolfini, se advierten enseguida dos cosas: una, que cuanto más retrocedemos en el tiempo, más delgado está (en cinco temporadas de Sopranos ha pasado de estar barrigón a acercarse notablemente a Marlon Brando) y otra, que ha andado metido en producciones nada despreciables. Yo destacaría su papel en La noche cae sobre Manhattan, uno de los últimos -y grandes- policíacos de Sidney Lumet. Pero hay muchos más. En una ocasión incluso trabajó en el cine español... Y dejó con la boca abierta al mismísimo Javier Bardem.

Ocurrió en el rodaje de la -para mí- fallida Perdita Durango (1997), de Alex de la Iglesia. Gandolfini interpretaba en ella a uno de los federales que perseguían a la pareja protagonista, y en una escena rodada en Tucson sufría un atropello. El atropellado era, lógicamente, un especialista, y el actor le sustituía cuando la gente le recogía del suelo tras el accidente. Antes de empezar con la escena, Gandolfini anduvo un rato recogiendo piedrecitas de la calle. Luego pidió esparadrapo, y con él se las fue sujetando por debajo de la ropa, en rodillas y codos. También metió algunas en los zapatos, y remató la faena dando varias vueltas sobre sí mismo.

¿Y todo eso, para qué? Primero, las chinitas en rodillas, codos y pies le hacían un daño terrible cuando apoyaba las extremidades para levantarse, dando la impresión de que le dolía todo el cuerpo como consecuencia del atropello. Y los giros le dejaron tan mareado que, una vez puesto en pie, parecía aturdido y en estado de shock. Javier Bardem, que aunque no participaba en esta escena la estuvo contemplando, resumió todo este perfeccionismo con sólo cinco palabras: “Este tío es la leche”.

12 comentarios:

LE BLOG dijo...

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Anónimo dijo...

¿Más Soprano? Creo que la serie, por cierto, genial, está suficientemente explotada, y una temporada más podría convertirla en los Soporano.

PD. Lo de las palomitas era un comentario irónico, no se lo tome a mal.

El podenco dijo...

Pues yo no he visto ni un capítulo... ¡Habrá que ponerse al día!

Vince dijo...

Beriberi: claro que no me lo tomo a mal, hombre. Lo importante es que le guste el blog y que lo frecuente.

Yo creo que las cinco temporadas de los Soprano han tenido un nivel altísimo. En todo caso, ya han anunciado que esta sexta temporada es la última. Después, habrá un especial o dos, y fin de los Soprano. Precisamente, para que la cosa no se alargue más de lo debido.

Anónimo dijo...

I Like Antonio (sigh)

Anónimo dijo...

Vince, ¿ha visto The Shield: Al Margen de la Ley? A mi me parece genial, sobre todo la última entrega con la capitana Glenn Close. Espero con ansia la nueva entrega.

Anónimo dijo...

En mi opinión, "Los Soprano" está sobrevalorada. No entiendo el porqué de tanto culto a esta serie bien hecha –¡sólo faltaría!- pero, con perdón, bastante convencional a pesar de su "tic" trangresor del género. Mi adorado Boyero la adora y es de las pocas cosas en las que no estoy de acuerdo con él. Otra cosa es Gandolfini, que actúa en la mejor tradición de "actores-palo" con auténtico carisma y economía de gestos, como Eastwood, Peck y Heston, salvando las distancias. Fue un estupendo secundario en "Heat" y ahora con Los Soprano tiene la vida solucionada, y también la de sus nietos. Pero haría bien en salir huyendo tras la sexta temporada porque, de lo contrario, acabará fulminado por su encasillamiento, si no lo está ya. Por último: el truquito de las piedras, "muy Hollywood", perfecto para gente impresionable como el borde de Bardem, buen actor pero siempre impresentable con la prensa. ¿Pero quién se cree que es?

Vince dijo...

Vicente: lo siento, pero no he visto The Shield, aunque tengo amigos que me la han recomendado encarecidamente. ¿Sabe si está disponible en DVD?

Cruz: ¿Gandolfini secundario en Heat? ¿Está segura?

Lynx dijo...

Don Cruz (Martínez Esteruelas?): Gandolfini ha encontrado el papel de su vida como cabeza de famiglia en los Soprano y la saga daría para todas las temporadas que hicieran falta... hasta que Tony, o sus guionistas, la palmen.

"Sobrevalorado"? "Faltaría más"?...
Ni que fuese tan fácil hacer series entretenidas e inteligentes. Personalmente, creo que –con "Frasier" y "A dos metros bajo tierra"– es lo mejor que se ha hecho en televisión en décadas.

Coincido con usted en lo de Bardem, ése si que está sobrevalorado.

Y por cierto, polemistas: NUNCA ha sido secundario, ni terciario, en "Heat". Sí en la inquietante "Asesinato en 8 mm".

Anónimo dijo...

No he podido dormir al darme cuenta de mi gazapo. Gandolfini no actuó nunca en Heat, sino Tom Sizemore (con el personaje de Michael Cheritto). Es curioso, pero siempre tuve en mi memoria a Gandolfini, será porque él y Sizemore tienen ciertas similitudes (para mí) en el gesto. Tenía que haberlo contrastado. No dudé, ése fue mi pecado y ahora estoy cumpliendo mi penitencia (no diré cua). Mis más sinceras disculpas.
LYNX: En gustos, cada uno a lo suyo. A mí me parece que hay otras series mejores, cada una es su estilo. Me gusta, por ejemplo, la coña que tienen "Nik/Tup" o "Mujeres desesperadas". Siento preferirlas a "Friends" y a "Los Soprano". Nuevas disculpas.

Lynx dijo...

quién ha hablado aquí de friends, colega?

Anónimo dijo...

Lynx: No sé por qué pensaba que a usted le gustaría "Friends". Glub!