lunes, marzo 10, 2008

Simpson el moderado

Los chicos de Vicisitud y sordidez tienen un blog de lo más recomendable. Yo lo tengo colocado aquí en la sección de links -favor que, por cierto, ejem, ellos no me han correspondido- y entro en él muy a menudo, a ver cuál es la última sordidez que se les ha ocurrido. No sólo escriben de cine, claro, pero cuando lo hacen, siempre vale la pena. Recuerdo sobre todo su serie de tres artículos El ataque de los clones de combate, donde repasaban todas las cutrecopias de superproducciones americanas con las que en los años 80 nos asediaban en los videoclubes y en los cines de segunda división. Un museo de los horrores del cual (creo) se ha librado la generación del DVD.

Ahora anuncian para un futuro no determinado un artículo sobre las películas de Don Simpson y Jerry Bruckheimer. Estoy deseando leerlo, pero ya les he avisado de que la cosa les quedará un poco coja si no incluyen la biografía de Simpson High Concept escrita por Charles Fleming (no hará falta que les diga quién tiene una copia ¿verdad? Y no se la presto ni a mi padre...), uno de los libros más sorprendentes y excesivos escritos sobre el Hollywood moderno. La biografía de Simpson (en la foto, el de la derecha) es una montaña rusa de alcohol, drogas, putas, sadomasoquismo, liftings y estiramientos estéticos no limitados precisamente al rostro, todo ello mientras junto con su colega Bruckheimer iban pariendo hitos del cine como Superdetective en Hollywood (1984), Top Gun (1986) Días de trueno (1990), Dos policías rebeldes (1995), o La Roca (1996).

Simspon murió en 1996, por lo que se definió como “causas naturales”. Hombre, claro. Porque cuando uno se pasa la vida metiéndose coca, pastillas y alcohol en plan libro Guiness de los Records, lo natural es que no dure mucho. Parafraseando a Jardiel Poncela, podríamos decir que Simpson se murió de “toditis”, o sea, de todo junto, de que llegó un momento en que su cuerpo le dijo hasta aquí hemos llegado, pedazo de animal. Eso sí, los que pensaban que Simpson era el rey del exceso en Hollywood (refiriéndose en esta ocasión a sus películas), quedarían decepcionados al ver que la otra mitad del dúo, el tranquilo Bruckheimer, siguió forrándose con aberraciones como Con Air (1997), Armagedón (1998) o Pearl Harbor (2000), y dando en la diana también en la tele cuando se convirtió en productor ejecutivo de una nueva serie llamada CSI

Volviendo a Simpson, ya les digo que el libro es una mina de historias. Mi favorita es cuando le colocan a un médico para que viva con él en su mansión y controle su abuso de drogas… y el médico acaba enganchado él mismo, y muerto de sobredosis. Otra que no está mal es esta que les cuento ahora, ocurrida en 1981, cuando Simpson fue nombrado presidente de Paramount Productions y un periodista de The Hollywood Reporter fue a entrevistarlo a su oficina. Tras esperar media hora, le hicieron pasar al despacho, y Simpson apareció por otra puerta. Antes de decir nada, le preguntó al plumilla:

- ¿Qué hora es? - El periodista le dijo que eran las cuatro de la tarde.

- ¿Pues sabe lo que me gusta hacer a esta hora? Tomarme un buen copazo, meterme unas rayas y abusar de algún guionista. Siéntese.

Dicho y hecho, Simpson se sirvió un copazo de Macallan formato Dean Martin, se cortó seis rayitas de coca metiéndoselas con la eficacia de una Dyson, y agarró el teléfono. Durante los siguientes veinte minutos, el periodista contempló como entre lingotazo y lingotazo de whisky le echaba la bronca del siglo a un guionista cuyo nombre nunca llegó a averiguar: “Gilipollas, eres el hijo de puta con menos talento de todo Hollywood”. “No tienes talento, montón de mierda… Todo el mundo sabe que no tienes futuro aquí”. Cuando tuvo bastante, colgó el teléfono y se volvió hacia él: “Cuando quiera, podemos hablar de mis películas”.

Sospecho que el suyo fue uno de esos funerales donde hay más alivio que dolor genuino. Uno de esos, como dijo Billy Wilder, que se llenan de gente porque el público siempre acude a ver las cosas que quiere ver.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Menudo tipo este:
Por lo menos 10 operaciones, incluyendo colágeno en los labios, las mejillas y la barbilla. Levantamiento de la frente, cejas, liposucción en la panza, y grasa inyectada en el pene. JAJAJA! este tio era primo de Courtney Love??

Lo mas simpático, murió leyendo la biografía de Oliver Stone! Vaya muerte mas horrenda.

No se encontro drogas en el cadaver solo... Toradol, Librium, Ativan, Valium, Depakote, Thorazine, Cogentin, Vistaril, y lorazepam...
JAJAJAJAJAJA.

Y yo que me perdí el FUNERAL!!

Nos perdimos mucho coctel de taquillazos con la muerte de Don Simpson.

Un saludo Vince, aquí absorbiendo curiosidades de tu maravilloso blog.

Lego y Pulgón dijo...

¡Caray! La anécdota del médico caído en acto de servicio me ha impactado.
Y me ha recordado a la autobiografía (sí, auto, lo más "auto" destructivo que he leído) de James Ellroy. De todo (excepto cirugía estética) pero añadiendo la muerte de su madre asesinada (caso que nunca se resolvió) y su complejo de Edipo más o menos evidente para una ignorante del psicoanálisis. ¿La ha leído?

Vince dijo...

Pues no, Lego. A Ellroy lo he leído bastante (L.A. Confidential, Clandestino, La Dalia Negra, América, Seis de los grandes, Ola de crímenes...), pero, precisamente Mis rincones oscuros la he evitado con toda intención. Es que lleva años con el rollo de "¿Sabían que mataron a mi madre y que nunca se capturó al asesino?", y, la verdad, me da mucha pereza. Prefiero sus trabajos de ficción.

Lego y Pulgón dijo...

Lo gracioso es que éste parece uno de sus trabajos de ficción. Sórdido, violento, y lleno de pesadillas.
Sí, el tema de su madre puede resultar un poco aburrido, pero a mí me da pena y le permito el deshogo. Una es así, rosa y con sonido de alegres pajaritos.

Paco Fox dijo...

Jarl!: No leí su comentario en mi post de Michael Bay hasta ahora debido a que ando convaleciente de un post-operatorio y ni miro internet. Compré el libro de Simpson finalmente el año pasado tras otros dos esperando que Vicisitud me lo prestara.
Lo que más me gustó fue la impresionante lista de fármacos que se había metido el tipo. Cuando vi la de Heath LEdger sólo pude exclamar: ¡aficionado!

PD: Me acabo de dar cuenta de la ignominiosa ausencia de su blog (que visito todos los días cuando no tengo estoy a nolotil y con cinco agujeros en el estómago) en nuestros links. Si le digo la verdad, es debido a que esa sección es una cosa que no suelo revisar.

Mercutio dijo...

¿El Papa no es su tipo? ¿El pastafarismo le provoca gases? ¿No ha quedado satisfecho con la gran fiesta de la democracia? Pásese al Notismo, y no tendrá que meterle a nadie una pistola por el culo y apretar el gatillo hasta que suene clic.

The idea is this: Life is short and complicated and nobody knows what to do about it. So don't do anything about it. Just take it easy, man.

Vince dijo...

Tranquilo Paco, tampoco lo decía en serio (aunque ya he visto que les ha faltado tiempo para incluirme; muchas gracias). Y mejórese, hombre, que este domingo tenemos trabajo en Albert Park.