jueves, febrero 21, 2008

Vaya marrón, señores

Una de las grandes noticias de los Oscar de este año es que… Clint Eastwood no está nominado. Eso va a ser porque no tiene película, porque si no, sospecho que le veíamos otra vez con el smoking y con su madre al lado, que si el hijo se conserva bien yo no sé qué tomará la señora, y quien sabe si llevándose otra estatuilla a casa; es indiscutible que pocos cineastas han sido tan bien tratados por la Academia como Eastwood. Si quieren mi opinión, merecidamente. Pero las cosas no han sido así siempre, y la fructífera relación de Clint con los Oscar se ha hecho esperar muchos años.

Ahora cuesta de imaginar, pero las hemerotecas están ahí, aparte de los que tenemos una buena colección de revistas de cine, claro; y es un hecho que los mismos críticos que hoy ponen por las nubes a Eastwood se dedicaron a atacarle sin compasión durante los años setenta y ochenta: violento, facha, macarra, todo a la vez, y estos calificativos se aplicaban sin demasiado discernimiento tanto a las películas que protagonizaba como a las que también dirigía. Nadie se molestaba en recordar que uno de sus primeros intentos como director fue drama intimista protagonizado por William Holden, Primavera en otoño (1973). Los únicos que tenían fe en Clint como director eran los chicos de Cahiers du Cinema que, por cierto, también se han tirado años defendiendo el talento cinematográfico de Jerry Lewis.

Pero si Clint anduvo ausente de los Oscar durante mucho tiempo no fue por nada de esto, sino por una historia bastante curiosa.

En 1973, Eastwood era ya una estrella de pleno derecho gracias al éxito de Harry el Sucio (1971), y como tal, le pidieron que presentara un premio en los Oscar. Así que se presentó en el Dorothy Chandler Pavillion cuando faltaba poco para la ceremonia, y se encontró con Howard Koch, el productor, que acudía a él con expresión de angustia total. Faltaban pocos minutos para empezar la ceremonia, y Charlton Heston, que debía ser el primer presentador, no había llegado (luego se supo que había sufrido un pinchazo). ¿Podría sustituirle Clint?

"Ni hablar", contestó éste. "No estoy preparado. ¿Por qué no se lo pides a Gregory Peck o a alguno de esos?" "No están disponibles". "¿Pero qué voy a decir?"

"Tú tranquilo; sólo tienes que leer lo que va saliendo en el teleprompter".

El teleprompter, como saben todos los presentadores de telediarios que leen este blog, es esa pantalla situada ante los ojos del que habla -pero oculta al público- donde el texto va pasando, y facilita una lectura natural. Así que, si uno sabe desenvolverse más o menos, no hace falta ni que se lo aprenda. Pero el horror llegó cuando Eastwood salió al escenario… y se encontró con que el texto que iba apareciendo estaba lleno de chistes referentes a la carrera de Charlton Heston. Que si Moisés por aquí, que si Los diez mandamientos por allá… sin saber qué hacer, acabó improvisando como pudo hasta que Heston llegó al escenario a tomar su lugar.

Se sintió tan mal por el episodio, que aseguró a Koch que nunca volvería a la ceremonia. ¿Y si te nominan?, le preguntó éste. Bueno, entonces sí, pero lo veía muy improbable, con el tipo de películas que hacía. Los dos tuvieron razón: Eastwood tardó veinte años en regresar a los Oscar, y cuando lo hizo, fue para llevarse a casa varios premios por Sin Perdón.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Mmmmm, me encanta Clint... Y, hablando de él, una peli que me ENCANTA es "El bueno, el feo y el malo": "Rubio, ¡rubio! ¿Tú tienes familia?", "El mundo se divide en dos, Tuco: los que encañonan y los que cavan. El revólver lo tengo yo, así que ya puedes coger la pala"... Y podía llevarme un rato largo escribiendo más, lo que pasa que no la veo desde hace unos meses y se me olvidan... ¡Qué buena!
Paulova

Anónimo dijo...

"¡Hijo de mil padres que eran hijos de mil padres!" Pero vamos, está claro que la diferencia entre el Clint de los setenta y ochenta "Alégrame el día chico" y el de los 90, con ese machote llorando todo sensiblón en Los Puentes de Madisson. Supongo que si Harry el sucio hubiera dicho "yo que tú me haría una pregunta ¿me siento afortunado?" para acto seguido echarse a llorar y gritar "¡Porque yo no! ¡Mi vida es una mierda! ¡Me gusta la poesía pero no puedo escribir porque vosotros los malos estáis todo el día interrumpiéndome!" La cosa se habría acercado más al temario de los Oscars... Vamos, digo yo.
PD: Lo mismo soy un insensible, pero ¿Soy el único que estuvo esperando durante toda la peli de "Los Puentes de Madison" a que Clint sacara la 44?

Anónimo dijo...

El teleprompter, es lo que utilizan en los telediarios verdad?

Creo que si, bueno.

Clint Eastwood, es un director que me encanta, aunque considero que todos los oscars que recibió Millon dolar Baby se los merecía Un mundo Perfecto, una de las primeras películas que tuve el placer de ver en el cine de chavalete, y una de mis películas preferidas.

Recuerdo con mucho cariño la película del mono! no recuerdo el titulo. La verdad que al ser mi padre un fan de todas sus películas como actor, disfrute de buenos momentos en mi niñez viendo a Clint repartir, puñetazos tiros y palabras mal sonantes.

Estoy seguro que volveremos a verle por la gala de los oscars, un par de veces mas.

PD: Cartas desde Iwo Jima lo mejor de lo mejor!

Vince dijo...

Ardura, "la del mono" eran dos: Duro de pelar (Every which way but loose, 1978) y La gran pelea (Any which way you can, 1980). Sobre la primera, recuerdo haber oído por la radio a un crítico decir que era tan yanqui, tan localista, que ni tenía que haberse estrenado en España... y aquí fue una de las películas más taquilleras del año. ¡Ah!, y, por cierto, en las dos películas utilizaron monos diferentes.

Unknown dijo...

¿Y no estará esa escena de Clint improvisando en el youtube? Seguro que lo hizo muy bien.
¿No hay manera de verlo?

caveat emptorium dijo...

Hola,
Pues menos mal que Clint no tuvo que salir al escenario con su madre este año, porque habría sido una nueva versión de cierta película de otro que fumaba puros...: la señora Eastwood lleva casi un par de años cabalgando por las eternas praderas... ;-)
Era una jovencita de 97 años, nada menos, así que es probable que haya Clint para rato si ha heredado sus genes.
Saludos