jueves, febrero 07, 2008

¿Sin rastro?

Jose Manuel Serrano Cueto, fiel lector de este blog y autor de interesantes libros dedicados al cine de terror clásico, me hace llegar la noticia del fallecimiento de Carlos Aured, el pasado día 11. Este director de cine, que parece haber desaparecido sin dejar rastro de la historia del celuloide patrio, ha pasado a mejor vida sin haber ganado nunca un Goya. Primero, porque no existían cuando él hacia cine y segundo, porque es muy dudoso que se lo hubieran dado a alguien cuya filmografía consta de películas como El espanto surge de la tumba (1972), Los ojos azules de la muñeca rota (1973), La venganza de la momia (1973) o El retorno de Walpurgis (1973), una más de la saga del hombre lobo creada por Paul Naschy, cuyo cartel tienen aquí a la izquierda.

El Diccionario de directores del equipo Reseña nos cuenta alguna cosa más sobre él: “dedicó nueve años de su vida a prepararse para el ingreso en la Escuela de Ingenieros de Caminos, carrera que no concluyó (…). Colaboró por un tiempo en La estafeta literaria. Fue también ayudante de dirección teatral de Gustavo Pérez Puig”. Cuando enumeran su carrera como director, se limitan a definirle como un realizador de subgéneros, entendiendo por tales el terror y el erótico, ya que a partir de 1977, se dedicó a cintas con títulos tan expresivos como Susana quiere perder eso (1977), La frígida y la viciosa (1980) o El hombre del pito mágico (1982).

Bueno, ¿y qué? Es preciso juzgar las cosas en su momento y lugar. Y conviene recordar que en los tiempos en que se hacían estas películas, el cine español estaba lanzado a tirarse a las piscinas de todo tipo de géneros, para los que siempre había una demanda. Estas cintas -pienso sobre todo en las de terror, porque las otras nunca me han interesado mucho; donde esté lo auténtico…- no sólo se estrenaban en España, sino en otros países europeos (y más allá), donde contaban con suficiente público como para generar beneficios y dar trabajo a una cantidad apreciable de profesionales: actores secundarios, carpinteros, transportistas, maquilladores, electricistas y unas cuantas profesiones más relacionadas con el cine, que subsistieron gracias a este subgénero mientras otros parían sus genialidades. Que en algunos casos, en efecto, eran genialidades; pero con dos películas buenas al año no se sostiene una industria. La industria estaba en estas películas, producidas como churros, que iniciaban tras su estreno un doble periplo, por las pantallas de otros países y por la entonces numerosísima red de salas de sesión contínua y cines de verano. En uno de ellos -el, por supuesto, desaparecido Jardín Cinema de mi ciudad natal- vi yo El retorno de Walpurgis, con catorce años, Pepsi Cola y pipas.

Tiene gracia, porque precisamente este último año parece que el cine español está empezando a regresar a eso que se llama cine de género, cuya principal finalidad es llenar las pantallas de todo tipo de historias que, sin ser grandes logros artísticos, entretengan al personal. Y parece que estamos regresando al terror, con Rec y El orfanato, entre otras. Espero que esta iniciativa se convierta en racha y, sin tener que volver al gazpacho-western, aparezcan directores decididos a meterse en el policiaco -aparte de Enrique Urbizu-, o alguno que por fin sepa de verdad hacer comedia. ¿Quieren saber lo que opino? Necesitamos más Carlos Aured.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que vi su ¿precedente? "La noche de Walpurgis" en el cine Rex, en Madrid, hace algunos siglos. Me divertí como un enano, la "noche americana" no les salía bien del todo y la mitad de la pelicula transcurría en un "a media luz" indefinido que no permitía saber qué momento del día, o de la "noche", era. Por cierto, me quedé con la intriga: ¿alguien sabe qué narices es "Walpurgis"? Me parece un nombre preposterous, como dirían los ingleses. En mi ignorancia, siempre pensé que se lo habían inventado para la peli. ¿Es así? ¿Alguien por ahí lo sabe?

Vince dijo...

Sí, hombre, de los Walpurgis de toda la vida, los del quinto derecha... No, en serio, la cosa tiene más que ver con la brujería que con los hombres lobo. Ignacio Roger, en su traducción de "Historia natural de los vampiros" de Anthony Masters (1972), nos cuenta:

Walpurgis Nacht (noche de Walpurgis): La noche del 30 de abril al 1 de mayo, según una tradición popular alemana relacionada con la fecha del traslado de los restos de Santa Walpurgis, las brujas gozan de completa libertad y celebran un gran aquelarre en la montaña de Brocken o Blocksberg.

En el "Fausto" de Goethe y en "Drácula", de Bram Stoker también se menciona la Noche de Walpurgis. No la película claro, que sospecho era casi tan mala como la secuela...

Anónimo dijo...

Gracias Vince!! Es usted una mina...