lunes, febrero 11, 2008

Lo que hay que aguantar...


Se ha muerto Roy Scheider. ¿Saben que estuvo a punto de protagonizar El cazador? La fama que consiguió como protagonista de Tiburón (1975) -papel que obtuvo, por cierto, después de que lo hubiera rechazado Charlton Heston- le sirvió para hacerse con algunos papeles jugosos a finales de los 70, el más recordado de los cuales sea, posiblemente, All That Jazz (1979). Pero la cosa duró poco, y en la década siguiente se fue difuminando en roles secundarios y, por último, en producciones de esas que van directamente al mercado del vídeo o a los canales de televisión más cutrillos.

Una pena, porque era un estupendo actor, pero ya se sabe que el firmamento de las estrellas está reservado a unos pocos y Scheider, por lo que fuera, nunca llegó a él. Lo que sí hizo fue trabajar con muchas estrellas y, en ocasiones, soportar sus caprichos. En su libro Las aventuras de un guionista en Hollywood, William Goldman recuerda un momento especialmente tenso durante el rodaje de Marathon Man (1976). Si han visto la película, recordarán que Scheider interpreta al hermano del protagonista, Dustin Hoffman, un agente especial cuya aparición en Nueva York mete a Hoffman en un lío considerable. Bueno, pues en la película Scheider se cuela de noche en el apartamento de su hermano, que se asusta pensando que hay un ladrón en la casa, y saca una linterna de la mesilla de noche, con la que intenta localizar al intruso en la oscuridad.

El director John Schlesinger intentaba, siempre que le era posible, que los actores ensayaran las escenas antes de empezar a rodar, y esta no fue una excepción. En un decorado neutro, Hoffman esperaba en la cama, y Scheider avanzaba hasta la zona donde se supone estaba la puerta. Una vez allí, dio una patada al suelo para indicar que la había cerrado. Turno de Hoffman. Pero este no empezó a interpretar. Se dirigió a Schlesinger y le pregunto por qué su personaje tenía que tener una linterna en la mesilla de noche. El director le contestó que bueno, que quizá no era el momento de hablar de esas cosas, y que siguieran con el ensayo. Pero de eso, nada. Sigue el texto original de Goldman:

“Hoffman niega con la cabeza. El personaje que interpreta, según él, no debería tener una linterna junto a la cama.

Ahora, si no se tratara de una estrella, Schlesinger le hubiera dicho, como cualquier otro director, que estaban perdiendo el tiempo del ensayo, que tiene precio de oro, puesto que en la mayoría de los rodajes no se ensaya (…)

Pero Dustin Hoffman es una gran estrella y hay que hacerle caso. Scheider sigue en pie tranquilamente, en la puerta imaginaria, esperando.

Schlesinger dice que mucha gente tiene linternas en la mesilla.

Hoffman dice que él no está interpretando a mucha gente, sino a Babe, y que Babe no tiene por qué tener una linterna en la mesilla.

Schlesinger hace otro intento: te acaban de atacar, estás intranquilo, has tomado precauciones.

No hay manera.

Ahora, un duro asalto desde el punto de vista del director: necesitamos ese efecto de la linterna sobre las paredes para añadir interés a la escena.

Hoffman dice que no habrá escena que valga la pena si él no puede interpretarla, y él cree que no hay justificación para la maldita linterna.

Durante todo este tiempo, Scheider sigue en pie, en silencio y esperando.

Este es quizá mi recuerdo más intenso de la situación -que duró una hora, dicho sea de paso-. Scheider esperando tranquilamente, como un perfecto caballero en todo momento”.

Hay que aclarar que Goldman no le tenía ningún cariño a Dustin Hoffman, porque el actor había exigido que se cambiara el final de la novela de Goldman en la que se basaba la película. Así que quizás esta anécdota haya que cogerla con pinzas. Pero es muy ilustrativa de la diferencia que puede haber entre un actor, de éxito pero actor al fin y al cabo, y una estrella con poder suficiente como para parar una hora de ensayos por una divergencia de opiniones.

Bueno, un respeto para Roy Scheider. Voy a ver si encuentro por ahí All That Jazz, que Tiburón ya la tengo muy vista.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo desde luego le tengo poco aprecio a Hoffman. Me gustaba de joven, en pelis como El Graduado, Kramer vs Kramer o Pequeño Gran Hombre, pero a medida que ha ido envejeciendo se ha vuelto demasiado… Actor's Studio. La última vez que le vi fue en una peli cuyo nombre no recuerdo en la que interpretaba a un egoista pringado que por casualidad salvaba a los pasajeros de un avión siniestrado. Como siempre en los reportajes explicaron cómo dedicó meses a preparar su personaje, sus andares, sus tics, sus motivaciones… y a mi modo de ver lo único que logró fue un absurdo montón de temblores y gestos dignos de un parkinsoniano.

¿Motivaciones? Deberían haberle tenido un par de añitos sin hacer ni un telefilm. Pagar la hipoteca es una motivación estupenda.

Recuerdo un divertidísimo especial Oscars de Spitting Image en el que Dustin estaba en la fiesta de la gala con un compañero, durante el cóctel, y le decía que no tenía claro como debía interpretar su personaje en la fiesta. El amigo le decía "no tienes que interpretar, sé tu mismo, aquí eres Dutin Hoffman" y él empezaba a soltar "Sí, de acuerdo, seré Dustin Hoffman… pero ¿cómo es ese Dustin Hoffman?, ¿Cual es su motivación? Quizás debería simular una debe cojera, eso le dará una mayor credibilidad al personaje… (empieza a cojear) y un leve tic en el cuello… sí, creo que lo estoy logrando
Su compañero, harto, agarraba un besugo de la mesa y le decía "¿quieres que te arree con este besugo, o vas a dejar de hacer el bobo?" "No sé, ¿Dustin Hoffman es masoquista?" (besugazo en la cara) "No, creo que no debe ser masoquista"

Por cierto que el oscar al mejor actor se lo daban a Leonard Nimoy tras una entrega alocadísima.

Anónimo dijo...

Empezare a mimarte, dejando mi estela en cada escrito que nos muestres. Pues entro a diario en tu blog, y me espero con una sonrisa mas y mas datos sobre el mejor cine que aun me queda por ver.

Eres una biblioteca cinefila perfecta.

Con la intención de que nos mimes mas si es posible! y nos escribas mas cosas si te apetece!

Un fuerte abrazo:

Sobre este Actor, decir que son muchos los genios desaprovechados, pero en realidad, quizás son ellos mismos los que pierden su genialidad por no ser capaces de mostrarla al mundo y hacerse notar.

Este actor es el mismo de una de mis series juveniles preferidas. SeaQuest por lo que se convertira siempre en uno de mis actores predilectos.

Me ha decepcionado Hoffman! Puaj cuanta pedantería. Pero la genialidad a veces es una maleducada!

Anónimo dijo...

Ah, qué tiempos aquellos del SeaQuest, en que éramos jóvenes...!
Yo también te leo a menudo, e intentaré comentar de vez en cuando, porque le verdad es que aprendo mucho sobre cine gracias a tu blog...
Saludos desde le isla!

Wannabegafapasta dijo...

Roy Scheider es uno de esos actores (como David Warner, por ejemplo) que tienen talento por arrobas pero, además, tienen un agente de lo más inútil (o ellos necesitan dinero desesperadamente). De otra manera, no consigo explicarme cómo un hombre que brilla en SORCERER, FRENCH CONNECTION, ALL THAT JAZZ, etc... terminase sus días haciendo cutrelefilms y Seaquest varias :P.