martes, noviembre 13, 2007

"¡Todos iguales para mí seréis...


…trece, catorce, quince y dieciseís!". Y con estas inmortales líneas de La venganza de Don Mendo damos comienzo a la entrada de hoy, martes 13 de noviembre. A mí, la verdad, esta fecha no me dice ni fu ni fa, como el resto de las supersticiones. ¿Quiere decir que toda la humanidad, lo que se dice toda, va a tener en el día de hoy una suerte perra? Pues tampoco, porque, entre otras cosas, no entiendo porque nosotros tenemos mala suerte los martes y trece, y los yanquis los viernes que caen en la misma fecha. Para mí, la mayor desgracia del viernes y trece son toda una serie de películas a cual más repugnante. En cuanto a nuestro martes y trece, pues me acuerdo de lo de todo el mundo; de la empanadilla. Y no, ni me preocupan las fechas fatídicas, ni los gatos negros, ni la sal derramada, ni los espejos rotos. Ni, por supuesto, los horóscopos; los Tauro somos muy escépticos.

Pero claro, si nos acercamos al mundo de las estrellas, la cosa cambia. Me ha dado por buscar supersticiones, y debe de ser por la personalidad, digamos, volatil, de muchas de ellas, por el miedo a perder la posición privilegiada por la que tanto han luchado, por lo que hay algunas que abundan en manías y miedos de lo más variado. Con la ayuda del imprescindible libro de Coral Amende Hollywood Confidential y otras fuentes, he pensado en celebrar el día de hoy con una pequeña selección. Vamos allá:

John Garfield. Uno de los mejores actores que hayan aparecido en la historia del cine negro o, simplemente, en la historia del cine. Su amuleto era un par de zapatos viejos, que aparecen en alguna escena en todas sus películas.

Danny Aiello. Amuleto. Una moneda bendecida por el Papa Juan Pablo II.

Edward G. Robinson. Amuleto. Un dólar de plata.

Patrick Swayze: Amuleto. Un cetro tachonado de joyas que él llama “mi varita mágica” y que, según parece, se lleva a todos los rodajes y obliga a todo el mundo a tocarlo para crear en el plató un ambiente de paz espiritual y buen rollito.

Luis García Berlanga: Superstición. Mondadientes (según su biógrafo Antonio Gómez Rufo); lo hace por tener siempre a mano algo de madera para tocar en caso de necesidad, una manía que, al parecer, comparte con Martin Scorsese.

Truman Capote: Supersticiones. Todas. En el libro Conversaciones íntimas con Truman Capote, el periodista Lawrence Grobel le preguntó por ellas. Para abreviar, la respuesta fue: “¡Recite la lista entera, y vamos a olvidarnos!”.

Y luego tenemos casos como el de la película El ojo del diablo, dirigida por J. Lee Thompson en 1966, y protagonizada por David Niven y Deborah Kerr. En un principio se iba a titular Trece, pero los productores pensaron que les daría mala suerte en taquilla y decidieron rebautizarla. Les sirvió de poco… ¿Alguien se acuerda de ella?

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