Mis noches de fin de semana son cada vez más raras últimamente. La del último sábado la pasé en la COPE, donde fui como invitado al programa La luna de COPE por razones que no tienen nada que ver con este blog, y por tanto se las ahorro. Pero es cierto que, si el mundo es un pañuelo, las tertulias de la radio lo son más todavía, y a mí me tocó sentarme al lado de un chaval con marcado acento de Cádiz que había escrito un libro sobre cine. Me lo presentaron como Jose Manuel, pero en cuanto vi su nombre completo me sonó la campanilla: Jose Manuel Serrano Cueto, que dio la casualidad de que apareció en este blog de guest star con motivo de la publicación de su exhaustivo libro Horrormanía. Enciclopedia del cine de terror. Me presenté, le hablé de mi blog (sorpresa; lo conocía) y luego, como hubiera dicho Umbral, pues pasamos a hablar de su libro.
Lo de este chico es grave, la verdad. Además de hacerse este tocho imprescindible para los amantes del cine de escalofrío y tentetieso, ahora reincide con otro volumen, pero mucho más específico: De monstruos y hombres. Los reyes de la Universal (Editorial T & B, Madrid, 2007), dedicado a los grandes nombres clásicos sin los cuales el cine de terror no sería lo que es hoy. Boris Karloff, Bela Lugosi, Lon Chaney jr., desde luego, pero también Colin Clive, John Carradine, Elsa lanchester... y, espero, (no tuve tiempo de ver si salía o no, pero seguro que no se le ha pasado) Jack Pierce, el jefe de maquillaje del estudio, responsable de aquellas creaciones que ponían los pelillos de punta a los espectadores de los años 30.
De lo que no estoy tan seguro es de que sigan teniendo tanto efecto en los espectadores de hoy. Pero, paradójicamente, eso fue, según me contó, lo que le llevó a escribir el libro: la necesidad de que la gente joven conozca los clásicos. “Porque hay mucha gente que me dice que les encanta el cine de terror”, me contaba. “Pero lo más antiguo que conoce es La noche de los muertos vivientes”.
Se podrá argüir que estas películas se han quedado más viejas que un chiste de calendario, y que, teniendo en cuenta todo lo que ha avanzado el genero, más que miedo dan risa basilisa. Pero también lo es que la necesidad de conocer los clásicos es básica en cualquier género artístico -y el cine, muchas veces, lo es- por el que se sienta un mínimo interés. Además de que ese envejecimiento de las pelis, a poco que se rasque, es bastante relativo: ¿Se ha superado hoy la sensibilidad y la poesía de La novia de Frankenstein? ¿Y cuántas películas hay más estremecedoras que La parada de los monstruos?
A la hora de admirar el cine actual, no se deberían despreciar los cimientos en los cuales se basa. Este libro puede ser una buena manera de empezar, aunque, desde luego, nada como ver las películas originales. Que si no, acaba pasando lo que le sucedió a Peter Bodganovich cuando estaba dirigiendo una película y le indicó a un joven actor que repitiera una toma “con más clase, más soltura… como Cary Grant”. La respuesta del actor fue, desde luego, estremedora: “¿Como quién?”
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1 comentario:
En este blog se está muy a gusto.
Casi como viendo una buena película.
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