martes, octubre 09, 2007

Al calor del alcohol en un bar

El viernes pasado anduve de parranda. Cosa que todavía hago cuando me lo permite la edad, el trabajo y las obligaciones blogueras (que atendería con más regularidad si los chicos de Telefónica, de la compañía que les hace los routers y, ya puestos, la madre que los trajo a todos ellos, me solucionaran los problemas que tengo con el ADSL desde hace ya dos semanas largas. A ver si voy a tener que avisar a los chicos de Sopranitas Direct); el lugar fue el palco VIP del Santiago Bernabéu, que supongo pondrá los dientes largos a los lectores merengues, pero que a mí, que el fútbol no me mola ni mucho ni poco, me deja más bien frío. El lugar es muy bonito, eso sí. Y el motivo fue la fiesta de cumpleaños de un amiguete de la Facul que, en lugar de dedicarse al periodismo, prefirió fundar su propia agencia de comunicación. Los resultados de su decisión a la vista están, cosa que agradecemos mucho todos sus sedientos colegas.

Bueno, el caso es que me encontré con bastantes caras conocidas. Entre ellas, la de un compañero de clase al que veo de pascuas a ramos, pero que anda metido en cosas de la tele. De hecho, es el coordinador de guionistas de una serie española de mucho éxito, lo cual nos llevó a acodarnos en la barra durante un rato y hablar más o menos de cómo está el mundo, Facundo, sobre todo en lo que se refiere a cine y televisión. Y claro, entre pelotazos de Juanito (Black) y caladas al Davidoff, fueron cayendo opiniones y puntos de vista.

- Pues mi querido XX, me interesa tu opinión profesional -dije con todo mi aplomo profesional y agitando el puro-. ¿Cómo ves que las series españolas de televisión vayan como un tiro y el cine siga sin comerse una rosca? (Jefe, por favor, otro Johnnie etiqueta negra, y no ponga tanto hielo, que me lo va a resfriar. Gracias).

- Pues porque en general es muy malo. Pero no solo el español. Hace tiempo que se dice que el mejor cine americano se está haciendo en la tele (sí, por favor, el gin tonic con ginebra, que si no, como que no es lo mismo). Y si ves las series que se están haciendo últimamente, es verdad. Yo todavía tengo que ver una película americana reciente que tenga la calidad de Los Soprano.

- Y los fallos en el cine español ¿no vienen precisamente en la parte de los guiones? Estaba pensando en Alatriste

- Bueno, me la tragué en un cine de Argentina. Me aburrí como una ostra. ¡No pasa nada!

- Hombre, no es eso exactamente. Pasan cosas, pero tan mal estructuradas que es como si no pasaran (jefe, el Johnnie no me lo habrá puesto muy lejos, ¿No? Venga, marchando un refill).

- Mira, el problema de Alatriste es que la única escena que la gente recuerda es la escena del final. Que es, además, la mejor de todas. Cuando están rodeados por el ejército, les ofrecen una rendición honrosa y dicen los tíos: mire, agradecemos mucho la oferta, nos gustaría rendirnos, pero… es que esto es un tercio español.

- Y la cara con que lo dicen, de circunstancias, de que esto es lo que hay…

- Eso. Pero que tengas que tragarte casi tres horas de película para encontrarte con que la mejor escena, y la que encierra el espíritu de toda la historia, te la ponen faltando dos minutos para el final, tiene delito. (Jefe, mismo hielo, misma ginebra, misma tónica, pero si me hace el favor, le cambia la rodajita de limón. Gracias, majo).

- ¿Y eso es un guión mal trabajado?

- Sin duda.

- Me estaba acordando de aquella anécdota de Billy Wilder cuando estaba reunido con uno de sus coguionistas…

- Sí, tenía a I. A. L. Diamond…

- Y antes a Charles Brackett. Bueno, pues no sé con cual de los dos, pero el caso es que cuentan que cuando por fin terminaron un guión, su compañero le dijo a Wilder. Bueno, Billy, creo que ha quedado bastante bien”. Y Wilder contestó: “¿Estás de broma? ¡Es perfecto!… ¡¡Ahora vamos a mejorarlo!!”. ¿Cuántas veces repasáis los guiones en tu serie?

- Cuatro o cinco, como mínimo. Y luego me llegan a mí los guiones definitivos, y reescribo por lo menos el sesenta por ciento.

- Quizá eso es lo que no se hace en el cine. (Jefe, ese Juanito no se habrá ido muy lejos, ¿verdad? Gracias).

- Mira, Vince. Es muy sencillo: la televisión es una industria. Y el cine español son dos o tres tíos que hacen cosas.

- Entonces ¿No has visto ninguna película española que valga la pena?

Pensó un momento.

- Sí. Azul oscuro casi negro. Esa es cojonuda.

Y ese fue el momento elegido por el karaoke para atacar a toda caña. Los dos nos repartimos por la fiesta, y del encuentro tengo apuntado la obligación de alquilar Azul oscuro casi negro (a ver si cae este fin de semana), y un dolorcillo de cabeza que al día siguiente tardó en quitárseme. Dichoso cine español. Siempre dándonos jaquecas.

6 comentarios:

LE BLOG dijo...

Me lo apunto también yo; a ver si por esta zona encuentro algún videoclub decente, que esa es otra....

Vicisitud y Sordidez dijo...

Azul Oscuro... me gustó sólo a medias. Puestos a óperas primas "La noche de los girasoles" es infinitamente mejor.

Pero en lo dicho sobre televisión (he montado varias cosas para Globomedia) lo claváis.

Hace falta un poco de rigor y disciplina para que las pelis buenas españolas sólo aparezcan "por casualidad".

Anónimo dijo...

¡Divertida crónica Vince, felicidades!
Este verano esuve a punto de ir a ver "Azul..." y al final no rematé. Mala suerte, no creo que la encuentre en los VClubs de esta zona.
Pero, hablando de guiones, he visto hace poco "Mataharis". Me gustó, y me llamaron la atención la fluidez y la coherencia del guión. No había nada gratuito o forzado (excepto quizás alguna chorrada del ámbito sindical / empresarial, pero tampoco entiendo yo tanto del tema). También se veía un asunto tratado en este blog hace poco: planos de la ciudad. Madrid sale algo, quizás no tanto como el Nueva York de Woody, pero se disfruta.
En todo caso estoy de acuerdo: falta rigor, disciplina y, probablemente, mirarse menos el ombligo.

Unknown dijo...

Vaya, vaya, este blog me interesa. A favoritos.
Internet es una maravilla que depara inesperadas y agradables sorpresas.

Anónimo dijo...

Yo en los problemas del cine español veo siempre lo mismo: mnotema. España negra, alcohol y sexo; y si los protagonistas tienen menos de 30 años, un porrito por ahí perdido. Aunque he de admitir que últimamente la cosa parece estar mejorando, veánse 'El laberinto del fauno' (aunque digan que sea mexicana. la considero de la patria), 'El orfanato' o 'La noche de los girasoles' (sí, a mí también me gustó).
En cuanto a 'Azul Oscuro...', me quedé con ganas de verla, básicamente por Marta Etura, que me fascina desde que la vi en 'La vida que te espera'. Eso sí, de ver '13 rosas' en el cine no me quita nadie.

Ana dijo...

Me gustó.