viernes, agosto 31, 2007

Pues la verdad...


La verdad, no me gusta hablar mal de nadie; muchísimo menos de los muertos. Y muchísimo menos si esos muertos acaban de fallecer. Pero tampoco estoy de acuerdo con la avalancha casi obligatoria de cumplidos que invariablemente sucede al fallecimiento. Así que no creo estar cebándome en el cadáver de nadie si digo que ayer ha pasado a mejor vida uno de los peores actores que he visto jamás en la pantalla.

Sus amigos -y tenía muchos- hablan y escriben estos días de la extensa filmografía de Jose Luis de Vilallonga, y de sus trabajos con directores como Louis Mallé, Fellini, Blake Edwards… es cierto que trabajó con todos ellos, y no es menos cierto que en ninguna de sus películas hizo nada destacable. Sus títulos más memorables lo son a pesar de su presencia, no gracias a ella. Lo mejor que puede decirse de sus papeles es que no estorba, o que estorba poco. Y donde menos ha molestado ha sido en las astracanadas de Berlanga de la serie Nacional… donde todo el mundo está tan desquiciado que uno más, bien peque por exceso o por defecto de gesticulación, no desentona.

En fin. Recuerdo, eso sí, haberme leído en su día con genuino interés su libro El Rey, y algunos de sus artículos, por lo menos aquellos en los que no se dedicaba al tema de contarnos lo variada e interesante que había sido su vida sentimental, pero como actor… Ahora, ya lo he dicho, nada como tener amigos en determinadas esferas. Verán como cuando se muera Arturo Fernández habrá bastante más gente que discuta su talento que con Vilallonga. Y el chatín, por lo menos, ha conseguido crear un personaje… que siempre es el mismo. Pero eso también le pasaba a John Wayne.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bienvenido de vuelta, Vince, se le echaba de menos. La próxima vez por favor avise, o cuelgue un cartel o algo...
Estoy de acuerdo con lo que dice, a mi este señor siempre me pareció un diletante, aunque, eso sí, con buenos contactos. ¿Actor? Picaba aquí y allá y parecía estar muy encantado consigo mismo. En fin, si a los medios de incomunicación les conviene ahora que fuera un actor excelente, lo acabará siendo.

Anónimo dijo...

La verdad es que no he visto ninguna de sus películas pero eso no quita que esté en contra de la hipocresía de hoy en día, que parece que cuando uno muere se convierte en santo.
Por cierto, ¿Vilallonga tuvo una relación con Audrey Hepburn o lo he soñado yo?

Anónimo dijo...

Vilallonga era un golfo de categoría, de esos de "mi estupenda señora" y así. Ahora, como actor de cine, ni idea y eso demuestra que Malle podía hacer que cualquiera trabajase delante de una camara y pareciese normal. Era original escribiendo y mentía muy bien, mejor que casi cualquiera. Sus conversaciones con el rey eran todas falsas al igual que casi todas sus Memorias, pero el ni pretendia en serio que lo tomasen por escritor ni menos por actor de cine. Lo que le gustaba era pasarlo bien, y eso si que lo consiguió. Un respetillo, porque hay quien se cree el mas listo en todo y es analfabeto funcional.