Esta es la semana de Spiderman. Con lo del estreno de la tercera parte el cuatro de mayo, los quioscos se inundan de cómics y las dos entregas anteriores se pasan por televisión. Como aficionado a los tebeos, confieso que disfruté mucho con las dos primeras películas y que mis recelos iniciales hacia Tobey Maguire se disiparon en cuanto le vi en el papel protagonista. Pero la verdad es que las pelis, muy originales que digamos, no son.
Veamos: Spiderman es el superhéroe más famoso de la Marvel Comics. Superman es el superhéroe más famoso de DC Comics. Spiderman está siendo adaptado al cine con enorme éxito en la década de 2000. Superman fue adaptado al cine con éxito equivalente en la primera mitad de los 80. Y aquí viene lo divertido. Vamos por partes:
1. La primera película de Superman nos narra los orígenes del personaje, que no aparece hasta la mitad del metraje. En su escena de presentación salva a la mujer que ama de caer al vacío, entre los vítores de la multitud.
2. La primera película de Spiderman nos narra los orígenes del personaje, que no aparece hasta la mitad del metraje. Tras algunas apariciones breves, llega una de las escenas más espectaculares, en la que salva a la mujer que ama de caer al vacío, entre los vítores de la multitud.
3. En Superman 2, su deseo de estar con la mujer que ama y llevar una vida normal le obliga a renunciar a sus superpoderes, pero debe recuperarlos para enfrentarse a tres kriptonianos malvados en una espectacular batalla final.
4. En Spiderman 2, el estrés provocado por su doble vida y la falta de tiempo para estar con la mujer que ama, hace que Peter Parker pierda sus poderes y renuncie a su papel de superhéroe. Los recupera para enfrentarse al Doctor Octopus en una espectacular batalla final.
5. En Superman 3, a causa de la exposición a un nuevo tipo de kryptonita, Superman se vuelve malvado. Tras cometer diversas fechorías (ninguna demasiado grave, por otra parte) se divide en dos personalidades, buena y mala, que luchan entre ellas.
6. En Spiderman 3, Peter Parker utiliza un nuevo traje que, sin saberlo él, en realidad es un simbionte alienígena que trastorna su personalidad, volviéndose agresivo y violento. Cuando consigue desprenderse de él, el simbionte toma posesión de un enemigo jurado de Spiderman, que se convierte en una versión malvada del superhéroe arácnido llamada Veneno. Ambas versiones, por supuesto, lucharán entre ellas.
Bueno, ya sé que buena parte de estas cosas son sólo clichés… ¡pero es que siempre son los mismos!. Eso sí, esperemos que, siguiendo esta regla de tres, cuando haya un Spiderman 4, que lo habrá, no sea tan lamentable como la cuarta película de Superman.
lunes, abril 30, 2007
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