miércoles, marzo 21, 2007

Cuestión de huevos


Ha muerto el director Stuart Rosenberg, retirado del cine desde hace algunos años ya, y no demasiado recordado. Sin Oscars, sin Globos de Oro, sin palmas en Cannes. Leñe, incluso sin Goyas, que ya es desgracia. Pero por lo menos se ha ido al otro barrio dejando para quien esto bloguea un par de buenas pelis: Brubaker (1980), con Robert Redford de protagonista y, muy especialmente, La leyenda del indomable (Cool Hand Luke, 1967), con Paul Newman. Curioso; las dos son películas de prisiones, que ya saben que casi constituyen un género en sí mismas.

La leyenda… tiene otra particularidad: es una de esas películas que se recuerdan inmediatamente por una escena en concreto. Para averiguar si alguien la ha visto, sólo hay que darle la pista: “sí hombre, esa en la que Paul Newman se come cincuenta huevos duros”, y tiene el mismo efecto que cuando, para saber si se ha visto El día de los tramposos (Joseph L. Mankiewicz, 1970), se recuerda que es el western donde Kirk Douglas es un atracador que esconde el botín en un agujero lleno de serpientes: iluminación instantánea.

Todos sabemos que los grandes clásicos de Hollywood están repletos de escenas memorables; pero es algo más difícil recordar películas que sean recordadas sólo por una escena en concreto. A mí me suenan estas dos; pero no me cabe duda de que hay más.

Pero bueno, no podemos dejar el post de hoy sin contestar la gran pregunta: ¿Es posible comerse cincuenta huevos duros?

La respuesta es no, por muy Paul Newman que se llame uno. Si hacen clic en este link entrarán en la página web de Robert Llewellyn y Jonathan Hare, dos periodistas de la BBC que se dedican a analizar fallos científicos en películas famosas: el asunto de los huevos queda perfectamente explicado aquí, además de otros muchos pertenecientes a lo que estos autores (que además de divulgadores son también unos cachondos) denominan "Hollywood Science".

3 comentarios:

Paco Fox dijo...

Hay un blog en español que trata también estos temas:
http://cienciavsficcion.blogspot.com/

Respecto a películas reconocidas por una escena... Se me ocurren muchos ejemplos de serie b (precisamente porque el resto de la película suele ser tan malo, que una sóla escena permanece): La película en la que un zombi se enfrenta con un tiburón (Nueva York bajo el terror de los zombis), la de naves espaciales cutres que sale al final David Hasselhoff ('Star Crash')...

Entre los clásicos, con Hitchcock es bastante común que la gente pregunte por escenas sueltas: La de la mujer que mata a uno con unas tijeras ('Crimen Perfecto'), la de un adivinador revelando el misterio en un teatro ('Los 39 escalones'), la del vaso de leche ('Sospecha': A menudo he hablado con gente que la confunde con 'Encadenados', y la leche es fundamental)...
Y hay muchos más ejemplos...

Paco Fox dijo...

Se me olvidaba: prácticamente, todas las películas de James Bond hay que explicarlas según su secuencia más famosa: la de la tipa cubierta de oro (Goldfinger), la de la torre Eiffel y el coche menguante (Panorama para matar), la del tren (Octopussy), la de Ursula Andress saliendo del agua (Dr No), la de la (penosa) batalla espacial (Moonraker), la del final con la base secreta en el volcán (err... vaya. ¿Era 'Sólo se vive dos veces'?)

Anónimo dijo...

Vi esa peli; amo a Newman; me gustan los huevos duros; no debería haberlo hecho pero... me estalló el hígado cuando iba por las 14 unidades.
Lo juro