martes, febrero 27, 2007

La gran hora de Marty



Qué quieren que les diga, no necesito ningún Oscar para que me descubran ahora a Martin Scorsese. En alguna otra entrada dejé mi opinión sobre Infiltrados, y me parece que no soy el único en pensar así de ella. Por eso, sinceramente, escribí aquí hace unos días que sí le darían el Oscar, pero no creía que haría doblete con la mejor película.

La película por la que ha ganado el Oscar será regular (no es el primer caso en que el premiado lo es por uno de sus peores trabajos), pero hagamos un poco de memoria e imaginense ir a un maratón de cine compuesto por las siguientes películas: Alicia ya no vive aquí, Taxi Driver, El último vals, Toro salvaje, Jo, qué noche, Uno de los nuestros, El cabo del terror, Casino... ¿Se les hace o no la boca agua? Pues dejémonos de rollos sobre si se merecía o no el Oscar por Infiltrados; se lo merecía. Punto.

Por otra parte, si el maratón consta de Kundun, La última tentación de Cristo, Gangs of New York y Al límite, pues como que apetece menos. Scorsese ha sido tan talentoso como irregular; lo que ocurre es que sus películas buenas son tan buenas que tendemos a olvidar toda la morralla que también ha hecho.

¿Y dónde dejamos El rey de la comedia? Me van ustedes a desertar en masa, pero soy de los pocos a los que les parece una película excelente, malograda por un final equivocado. Por desgracia, la mayoría de la gente pensó que era una película que fallaba toda ella de principio a fin, y el día de su estreno le volvió la espalda. Fue uno de los grandes fracasos de taquilla de Scorsese, que coincidió con su cuarenta cumpleaños y con el fin de su matrimonio con Isabella Rossellini. En conjunto, no estaba del mejor humor cuando Francis Ford Coppola fue a visitarle a Nueva York. Fueron a cenar al Odeon, un restaurante de lo más pijo en la zona de TriBeCa, y después, de vuelta en su loft, Scorsese no paraba de quejarse sobre sus problemas económicos. “Estoy arruinado, no tengo un centavo”. Por fin, Coppola no pudo más; acababa de endeudarse hasta las cejas para poder terminar Apocalypse Now, y uno de los acreedores había exigido su parte del préstamo, arrebatándole todo menos su casa y sus viñedos. Según cuenta Peter Biskind, agarró a Scorsese y le dijo:

- Marty ¿Te quieres calmar? ¿Qué tú estás arruinado? ¡Yo debo cincuenta millones!.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí me encantó "El Rey de la Comedia" y, dado que Scorsese es un director tan irregular, la verdad es que no esperaba mucho de ella. Y me sorprendió, al igual que "La última tentación..." (por cierto, ahora Cameron vuelve a poner de moda el tema).
El Oscar a Scorsese lo considero más un reconocimiento a una carrera que un premio a "Infiltrados", otra de las "regulares" del director. Como dijo una vez Umbral, no se puede ser sublime siempre y a todas horas.