martes, enero 16, 2007

Bienvenidos a La Bombonera

¿Quiere alguien decirme por qué voy y me trago, así de repente, un buen trozo de L. A. Confidential en su último pase televisivo, cuando ya la he visto media docena de veces?. Por Dios, pero si hasta tengo el DVD en casa… La explicación, supongo, está sencillamente en que es una de las mejores películas hechas en la década pasada, con un guión que adapta con escalpelo una de las novelas más enrevesadas de James Ellroy y un reparto alicatado hasta el techo: Guy Pearce, Russell Crowe, Kevin Spacey, hasta Danny De Vito, todos están perfectos. Y luego tenemos a Kim Basinger, que se llevó el Oscar a la mejor actriz secundaria. Recordarán que interpreta a una prostituta que trabaja en un burdel donde las chicas son operadas para que se parezcan a estrellas de cine (ella es la doble de Verónica Lake). Una historia que está tomada de la novela de Ellroy… pero no creo que se deba únicamente a su imaginación.

No tengo constancia de que dicho local haya existido realmente, pero esta es la tercera vez que me encuentro con él en una historia de ficción. Aparece en Asesinato en Beverly Hills (1988), una estupenda película de Blake Edwards, con James Garner y Bruce Willis, aunque está ambientado en los tiempos del cine mudo, no en los años 50, y se le llama La bombonera. Y Garson Kanin, escritor, guionista y director, menciona un sitio similar en su novela Moviola (1981):

- ¿Nunca oyó hablar de la casa de Marie? - Preguntó Ben, sorprendido.
- No.
- Dios mío, creía que a estas alturas todo el mundo había oído hablar de la casa de Marie. Era un prostíbulo famoso donde habían tenido una gran idea. Cada una de las chicas tenía que parecerse a una de las grandes estrellas de cine de la época y…
- No entiendo - dijo Guy.
- Trataré de explicárselo. Para empezar, entiende, la chica tenía que parecerse un poco. Y estaba Marie. Era la madame y tenía allí una “Joan Crawford”, una “Theda Bara”, a las “hermanas Gish”, a una “Mary Pickford” y, por supuesto, a “Greta Garbo”.

¿Pudo La bombonera, o como se llamara, haber sido real? En todo caso, a lo mejor es sólo cuestión de tiempo hasta que a alguien se le ocurra actualizar la idea y ampliar sus servicios a hombres y mujeres: “¿El señor quiere una Kidman, una Díaz, una Pe?”. “¿Qué desea la señora, un Clooney, un DiCaprio…?” ¿La verdad es que me apetece hacerme un Cruise”. “Pues lo siento, señora, pero el mínimo de estatura de nuestros chicos es un metro cincuenta”.

6 comentarios:

El podenco dijo...

Jajajaja... Buenísimo, pobre Cruise...

Anónimo dijo...

Muy diver Vince...

LE BLOG dijo...

Hablar desde las alturas en las que usted se mueve, Vince, de Cruise, me parece un poco injusto....je je je. Buenísima entrada

Anónimo dijo...

Jajajaja... Muy bueno lo de Cruise, Vince (usted a su lado lo miraría desde un helicóptero).

Comparto con usted el disfrute de L.A. Por una vez, el guión (en mi opinión) está por encima de la novela, escrita pésimamente. No es que sea enrevesada, es que el chico carece de las nociones mínimas de estructura y técnicas literarias. No, no me importa cargarme al mito(?).

caveat emptorium dijo...

Hola,
Garson Kanin vuelve a hacer referencia a esta "casa" en su libro "Hollywood", que recoge sus "memorias" de los años 30 y principios de los 40. Se trataba de "Mae's", el negocio que regentaba una señora que hacía gala de parecido con Mae West.

Kanin no lo dice, pero otras fuentes apuntan que el nombre de la "madame" era Billie Bennett (no confundir con la actriz del mismo nombre) y que los estudios incluso le prestaban vestuario para una mejor ambientación.

Gracias por recordarme un asunto que quería investigar y que tenía olvidado. Es lo que tienen las buenas entradas en blogs interesantes ;-)
Saludos.

Vince dijo...

Gracias por la pista, Caveat; ese libro de Kanin no lo tengo, pero me lo apunto.