lunes, diciembre 04, 2006

Un director con muchas luces

Así da gusto: la televisión pública emitiendo en la noche del domingo Eyes Wide Shut (1999), la última película de Stanley Kubrick. Lástima que no la pasen exactamente en horario de máxima audiencia, y consideren conveniente poner antes esa obra maestra del celuloide patrio que es Isi Disi, amor a lo bestia. Al margen de que me parezca un título más propio para cadenas privadas sin excesivo gusto cinematográfico (o sea, para cadenas privadas) la emisión coincide con el estreno en los cines de la segunda parte, así que se me ocurre una pregunta. ¿TVE está sirviendo de promotor, o más bien cumple con su papel de servicio público, avisando a los futuros espectadores de lo que les espera?.

En todo caso, Kubrick viene después. En los últimos años, la reputación de este director se ha diluido un poco si la comparamos con aquella de la que gozó en los años 70, cuando era prácticamente intocable. Pero algunas de sus pelis han envejecido mal, y éste su último título provocó lo que se llama en términos taurinos división de opiniones (supongo que en buena parte producidas por el síndrome Tom Cruise). Personalmente, creo que a Kubrick le pasa lo que a otros grandes en sus últimos trabajos: se apega a una manera de rodar que se ha ido quedando poco a poco anticuada. Sexo aparte, Eyes... parece una peli filmada por lo menos una década antes.

Que Kubrick estaba lleno de manías no es ningún secreto. Una de las principales era su pánico a coger un avión, por lo que todas sus películas las filmaba en Inglaterra, y le daba igual si ello llevaba consigo reproducir Nueva York en estudio (como en Eyes Wide Shut) o Vietnam (como en La chaqueta metálica). Otra era su preocupación obsesiva por la iluminación, procedente de sus orígenes como fotógrafo. Hay que decir que aquí los resultados con frecuencia eran deslumbrantes, como prueba la secuencia de la fiesta inicial. ¿Cuántos cientos de bombillas hay colocadas en el set, y cómo consiguió que todas brillaran de esa manera, sin comerse la decoración ni a los actores? En cambio, cuando filmó Barry Lindon (1975) prescindió por completo de bombillas: toda la película está filmada íntegramente con luz natural, y en alguna escena llegaron a utilizarse mil velas encendidas.

Por cierto, Kubrick trabajó en una película de James Bond. ¿Saben en cuál?

11 comentarios:

Anónimo dijo...

La volvi a ver la otra madrugada; me gustó más que la primera vez.
Una escena memorable: la conversación de la pareja tras fumarse el porrito en su alcoba; o era colombiana ultrapotente o Nicole Kidman es la mejor actriz viva (o ambas cosas a la vez)

El podenco dijo...

Me encantó "Eyes Wide Shut", quizá porque no tenía muchas ganas de verla y me sorprendió. "Barry Lindon", en cambio, no pude ni terminarla, a pesar de las 200mil velas... ¡Ni idea de la Bond!

Totalmente de acuerdo con Lynx sobre esa escena en particular.

Anónimo dijo...

Pues a mi esa peli me pareció un rollo infumable protagonizada por una supuesta actriz y alguien cuyo mayor mérito es haber sido marido de la anterior (Gasset dixit y coincido)
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Anónimo dijo...

Y me declaro fan de Kubrick...
(otro tostón: dos de cada tres metros de 2001. Claro que al lado de Stalker de Tarkovski... Pero mira por dónde Solaris me gustó. Curioso)
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Anónimo dijo...

Debo tener la misma sensibilidad que una piedra, porque Eyes no me convenció en absoluto (excepto Nicole) y la historia me dejó indiferente. La he visto tres veces, a ver si descubro algo que antes se me hubiera escapado. Pero nada más allá de los pequeños fantasmas de un par de burgueses, dicho en entradilla. Sin embargo, Barry Lindon me parece extraordinaria y me recordó al Sorel de "Rojo y Negro". La he visto unas diez veces –lo mío es la "dvdfagia"– y sigue entusiasmándome.

LE BLOG dijo...

Pues yo también la ví, con mis mejores intenciones, ya que la primera vez me pareció un rollo patatero, y bueno, esta segunda vez me ha parecido OTRO rollo patatero. Me parece absurda completamente, y, aunque me considero fan de la Kidman, precisamente la escena del porrito me parece de lo más artificial, totalmente in-creíble; ésta no se ha fumado uno en su vida. La música es malísima, menos en la escena de la secta, que te una se acuerda de los tenebrosos cánticos para los restos. Y efectivamente Vince, parece rodada hace muuuuuchos años. Lo que más me ha gustado es la iluminación de la fieta de la primera escena.

Vince dijo...

Parce que Kubrick, como todos los grandes, no deja a nadie indiferente... Cruz, me alegra que le guste tanto Barry Lindon, pero yo creo que la peli habría ganado bastante con un protagonista menos carapalo que Ryan O'Neal. A los que no les guste 2001 lo siento, pero no coincido en absoluto: es una de mis películas favoritas de toda la vida.

Y Le blog, estoy de acuerdo con usted: la escena del canuto no hay quien se la crea, y el numerito de la Kidman no tiene nada que ver con los verdasderos efectos de un porro (por lo que me han contado, ¿eh? No se vayan a creer que uno...)

Anónimo dijo...

Ya sospechaba yo que cuando el sábado me hablaste de la existencia de este blog que tenía que ser de cine. Y la verdad es que lo poco que he leído me ha gustado.

En cuanto a "Eyes wide shut", debo decir que me gustó la historia que Kubrick desarrollaba, pero el ritmo no me pareció el adecuado, convirtiendo lo que pudo ser una gran película en un metraje largo y lento que corría el riesgo de perder a los espectadores en el camino.

¡Ah!, que se me olvidaba: "La espía que me amó". Por cierto, ¿qué te pareció "Casino Royale"?

Anónimo dijo...

Vince: usted es uno más de los "raritos" a los que les gusta "2001...". Yo también me incluyo. Lo que pasa con esta peli, entre otras cosas y además de su belleza visual, es que sigue suscitando controversias y apasionados debates 40 años después. Yo me he dejado la piel más de una vez defendiendo su meditada y premeditada ambigüedad sobre el sentido de la vida, lo que permite abordarla desde muy diversos ángulos, lo cual, al menos, enriquece el debate. Y por último: es un espectáculo de primera para mentes de primera.

Anónimo dijo...

Vince: se me había olvidado. Yo también estoy de acuerdo en que Ryan O'Neal fue una mala elección en Bary Lyndon. A mí me hubiera gustado más, por ejemplo, Terence Stamp. Y si se hubiera rodado ahora, apostaría por Jude Law. ¿Por quién hubiera optado usted? Tengo curiosidad.

Vince dijo...

Cirujano, bienvenido y enhorabuena: efectiovamente, Kubrick pasó un par de días en el plató de La espía que me amó ayudando al director Lewis Gilbert con la iluminación. Cruz: Terence Stamp, sin ninguna duda. No puedo pensar en nadie mejor, ni ayer ni hoy.