lunes, noviembre 13, 2006

"Remakes" involuntarios (2)


Pues resulta que esta es una película que trata de un tío que sufre un accidente, a consecuencia del cual queda tetrapléjico. Condenado a no poder moverse jamás, decide que la vida así no tiene sentido para él, así que comienza a reivindicar su derecho a que le permitan morir, llegando hasta los tribunales…

… y no, no es Mar Adentro.

Hablábamos el otro día de remakes involuntarios, y les hablé de una película española que era clavada a otra norteamericana que en su día pasó bastante desapercibida. Pues aquí está. La cinta, digamos, original, se llama Mi vida es mía (Whose life is it, anyway?) y la dirigió en 1981 John Badham, el de Fiebre del sábado noche y de una versión de Drácula (1979) de lo más estimable. En lugar de Javier Bardem, tenemos a Richard Dreyfuss, y en vez de la abogada interpretada por Belén Rueda, a un médico al que da vida John Cassavettes. Pero las coincidencias son más que notables, y sería de agradecer repescarla en DVD o en televisión para hacer las inevitables comparaciones en un programa doble.

De todos modos, como ya avisé hace unos días, la idea de un posible plagio de Abenamar debe descartarse. ¿Por qué? Porque Mi vida es mía está basada en una obra de teatro escrita por Brian Clark y es una obra enteramente de ficción, mientras que Ramón Sampedro fue un personaje real. El final de ambas cintas tampoco es el mismo, o mejor dicho, sí, pero se llega a él de una manera diferente. Con todo, es inevitable hacerse una pregunta incómoda (periodista que es uno): ¿Llegó a verla Abenamar?

5 comentarios:

Lego y Pulgón dijo...

Don Vince,siento mucho quedarme sólo con un trocito tan pequeño de su documentadísima entrada, pero tengo que decirle que el Drácula de Badham, película que vi con trece años, me impactó de tal manera, que creo que le dio alimento a todas las dudas, cambios, dolores de parto, que acompañan a cualquier adolescente. Me enamoré de Frank Langella (ahora lo encuentro un señor muy cursi, pero las hormonas juveniles juegan estas pasadas), y cada día, al salir del colegio, pasaba por delante del cine para ver los fotogramas. Y, no crea, estar enamorada de un vampiro suponía no pocos dilemas existenciales.
En este momento estoy tarareando un fragmento de la banda sonora y viendo Carfax desde arriba; seguramente es que puedo volar con mis alas membranosas.
Permítame la ensoñación, y gracias por recordármela.

Vince dijo...

Lego, sospecho que somos más o menos de la misma quinta... Langella lleva unos cuantos años especializado en secundarios, generalmente malos. Últimamente lo he visto en Superman Returns como Perry White (sustituyendo a Hugh laurie, que no pudo hacerlo por sus compromisos en House), haciendo lo que hacen todos en esa película: el canelo.

Pero no creo que sea tan cursi. El oro día en Las Vegas salió Robert Wagner. ESO es cursi...

LE BLOG dijo...

Bueno, a Amenábar (o Abenamar, como le llamas tú) entonces le atribuímos dos pseudo-sospechosas-copias: la de Los Otros, que en su día generó mucha polémica porque la comparaban con El Sexto Sentido, y Mar Adentro....Pero yo no pienso quitarle mérito al chiquillo porque Los Otros me encantó, mucho más que El 6º Sentido. Y Mar Adentro no la he visto, porque menudo dramón!

Anónimo dijo...

anda, anda!!! Otro copypaste de Amenábar: Abre los ojos y Ubik...

Anónimo dijo...

bueno, todo el mundo copia, sin querer o queriendo. Amenabar es bueno, pero el viejo Clint enseña a todos como tratar el asunto de "Mar Adentro" en "One million dolar". No es lo mismo, lo sé, pero el núcleo de la cuestión si lo es.