
Al principio, no fue así; los lectores más crecidos recordarán a este actor como una de las grandes estrellas del Hollywood de los años 70: El Padrino (1972), Funny Lady (1975), Rollerball (1975), Un puente lejano (1977)... Luego, fue perdiendo fuelle, debido tanto a algunas películas que no funcionaron bien como a ciertos problemas con las drogas que dañaron seriamente a su reputación; al final, su fama era la de un drogadicto que había perdido todo su tirón en taquilla. Y, si lo primero era grave, lo segundo lo era más aún.
Entonces llegó Misery (1990). Basada en una novela de Stephen King, está sin duda entre las mejores adaptaciones al cine de la obra de este autor (las otras dos, para mi gusto, son Carrie y El Resplandor). Recordemos a grandes rasgos el argumento: Paul Sheldon, un escritor de novelas románticas, queda atrapado tras un accidente en la casa de una psicópata admiradora suya. Estos dos personajes dominan toda la película. Pero, cuando el director Rob Reiner empezó a formar el reparto, se encontró con que nadie quería interpretar a Sheldon. Esta es la lista de los actores que dijeron que no: William Hurt, Kevin Kline, Michael Douglas, Harrison Ford, Dustin Hoffman, Robert DeNiro, Al Pacino, Richard Dreyfuss, Robert Redford y Warren Beatty. ¿A qué se debía un rechazo tan general?. La razón es muy sencilla:
El papel bueno es el de la mujer. Ella es la que se luce y la que domina todas las situaciones, incluido al personaje masculino, que se pasa casi toda la película en la cama. Por tanto, estas estrellas masculinas sintieron un rechazo visceral hacia Sheldon. ¿A merced de una mujer durante dos horas? No, gracias. Sólo Caan lo cogió, tras jurar a Reiner que estaba limpio de drogas, porque vio en él una nueva oportunidad. Hizo bien: Kathy Bates ganó el Oscar por su papel de asesina, pero lo menos que se puede decir de Caan es que está a su altura.
Por cierto, Caan no era el único que estaba en el limbo por aquel entonces. Reiner reconoció después que podía habérselo ofrecido a Richard Gere... Pero por entonces había tenido tantos fracasos seguidos, que ni siquiera se pensó en él. Pretty Woman (1992) no sólo le cambió la vida a Julia Roberts...
4 comentarios:
Me alegro de que hayan acabado sus cuitas con la colgadura de fotos, Mr Vince
A mí también me gusta ver LAS Vegas; cuando me acuerdo...
Coincido con tu opinión sobre las adaptaciones al cine de Stephen King. Y mi favorita, sin duda, "El Resplandor". Pero "Carrie" y "Misery" eran dos buenas películas ( y dos magníficas novelas). ¿Por qué luego se han hecho adaptaciones que ni siquiera son serie B? Me estoy acordando de "It", "Christine", "Cementerio de Animales"... ¿Tan difícil es? Cuando uno lee una buena novela de Stephen King (que, los Devoradores como yo sabemos que las hay MUY malas) el lenguaje es casi cinematográfico, así que una, que es ignorante en materia de cine, podría pensar que adaptarla sería fácil. Misterios.
Estoy de acuerdo en que hay novelas espantosas de King, pero aquí todos se han olvidado que existen versiones mejores incluso que las de "Misery" o "Carrie" (que son muy buenas, ninguna como "El resplandor"), tal que "Cadena Perpetua" o "El eclipse". En tono menor, pero muy bien hecha, "La milla verde". ¿Ustedes que creen?
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