lunes, octubre 09, 2006

Voces ajenas


Tras despertarme con él en la radio varias mañanas, he llegado a la conclusión de que lo odio: me refiero al anuncio radiofónico del Jeep Grand Cherokee donde manipulan la famosa grabación de Marilyn Monroe cantándole el “Cumpleaños Feliz” a John F. Kennedy, sustituyendo las palabras “mister president” por el nombre del cochecito en cuestión. Pretencioso, cutre y profundamente irritable: aunque puede que sean manías mías...

Y eso que las manipulaciones cuando se trata de estrellas cantando han sido algo más común de lo que se cree. En los años 50 y 60, actrices como Deborah Kerr (en El rey y yo, 1956), Natalie Wood (en West Side Story, 1962) y Audrey Hepburn (en My Fair Lady, 1963), compartían una misma voz cuando cantaban: la de la soprano Marni Nixon, que las doblaba en los números musicales. La costumbre parece haberse abandonado en los últimos años, y ahora las actrices toman clases de canto y recurren con más frecuencia a dobles de cuerpo que a dobles de garganta.

¿Y Marilyn? Pues la verdad es que ella también utilizó a Nixon en alguna ocasión (por ejemplo, en varias de las notas más altas de la canción Diamonds are a girl’s best friend), pero casi siempre que escuchamos una canción grabada por Marilyn, es la propia Marilyn quien canta. Aunque con truco: lo que verdaderamente estamos oyendo es una selección de los mejores trozos de varias sesiones de grabación de un mismo tema, seleccionadas y montadas por los técnicos de sonido. Pocas de las canciones de Marilyn, por no decir ninguna, fueron grabadas verdaderamente de una tacada.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo: el anuncio en cuestión es una cutrez.
Respecto a lo de "voces ajenas", me encanta que cada vez sean más los actores y actrices –excepto Penélope Cruz en "Volver"– que no aceptan ser doblados cuando se trata de cantar. En la olvidable para mí "Los Productores" es un verdadero hallazgo la excelente voz de Matthew Broderick. Y me sorprendió saber, por ejemplo, que fue la propia Michelle Peiffer –espero no errar– quien interpretó con soltura algunas de los temas de "Los fabulosos Baker Boys". ¡Y qué decir de Nicole Kidman en "Moulin Rouge"! A ver si algunos/as aprenden lo que es profesión...

El podenco dijo...

¡¡Muy interesante!! Pero Cruz, yo no estoy muy de acuerdo con lo de las clases de canto; para algunos puede ser que sirva, pero seguro que hay excelentes actores con un oído enfrente del otro, ¿no? O a lo mejor es que usted es de los que considera que un actor debe controlar todos los registros...

Anónimo dijo...

¿Que las actrices de hoy toman lecciones de canto? Me imagino que se referirá a las que nunca salen en la gran pantalla o el cine comercial, que es lo mismo. A usted le irrita la suplantación de voz, cosa que comparto, pero a mí me descompone aún más la presencia de "actrices" –es un decir– paralíticas faciales por las inyecciones de botox que se meten literalmente hasta las cejas. Con estas ataduras musculares no hay quien interprete. Parecen muñecas de ventrílocuo, que de la cara sólo articulan la maxila inferior; y del cuerpo, los implantes pectorales de silicona. Así ni en playback.

Anónimo dijo...

La interpretación abarca –o debería– abarcar la declamación, la danza y el canto. No se trata de "crear" cantantes ni bailarines, sino actores y actrices que bailen y que canten, que no es lo mismo. Basta con que se defiendan bien, pero es la obligada cuadratura del círculo. No pocos actores y actrices toman clases de canto y de baile, al igual que de esgrima y de equitación. ¿Qué pasa? ¿No están ustedes acostumbrados a valorar con normalidad el que se despliegue al completo la profesionalidad? Si a un recién licenciado se le exigen masters, etc, ¿por qué un actor o una actiz va a ser menos? Beriberi: usted demuestra no tener ni pajolera idea al afirmar que las únicas actrices que toman clases de canto son "las que nunca salen en la gran pantalla o el cine comercial". Sin comentarios.

Anónimo dijo...

Cruz, póngame ejemplos de monadas catarinas que brillen hoy en la gran pantalla. Una cosa es tomar clases de canto, que hasta yo podría atreverme; y otra cosa es dar la talla. Insisto en la mediocridad, salvo excepciones, de las actrices botulínicas, que sí puede que chupen con una habilidad pasmosa mucho micrófono.

El podenco dijo...

Pues no, no creo que haga falta que un actor abarque todos esos registros, aunque sea lo deseable. Me parece que, al igual que en el resto de las profesiones, hay gente a la que se le dan bien especializarse en algo (y hace ese algo de forma excelente)y gente cuya capacidad es más general. Si no canta, ¿qué pasa?