miércoles, agosto 06, 2008

Y ¿a quién le importa esto?

Esto no es más que una opinión personal y, por tanto, no hay que darle un valor excesivo. Pero siempre he pensado que la gente que presta tanta atención a los programas, revistas y páginas del corazón lo hace en sentido inversamente proporcional al interés que les merece su propia vida. Es decir: les importa tanto la vida de los otros -y no me refiero precisamente a la película- porque la suya, en el fondo, no les gusta nada. Y, antes que mirar dentro, prefieren mirar hacia fuera.

Esta idea, claro, está basada en experiencias personales. Hace años pasé por una situación no por normal en el curso de la vida de todos menos dolorosa; y aquello coincidió, no sé si recuerdan, con la desaparición y posterior fallecimiento de John Kennedy, su mujer y su cuñada en un accidente de avioneta. El caso es que, mientras la familia estábamos apiñados en el hospital y nos íbamos dando cuenta de que aquello sólo podía acabar de una manera, y que era cuestión de días, y que lo mejor era irse preparando, a mí lo que le hubiera pasado a Kennedy, a su señora, a su cuñada y al lucero del Alba, dicho sea con todos los respetos, me importaba exactamente tres pepinos. Yo tenía mi propio drama ahí, en bandeja, lo quisiera o no. No necesitaba otros.

Pues con las noticias felices pasa lo mismo. Nueve millones de euros dicen que ha pagado la revista People por la exclusiva del nacimiento de los mellizos de Brad y Angelina (ya no hace falta poner ni los apellidos), porque al parecer había una urgencia, un apremio, una necesidad a nivel global de ver la cara a los enanos. Al final, lo que menos nos va a acabar importando de estos dos es que sean actores de cine, que Angelina Jolie ya tenga un Oscar, que Brad Pitt sea un excelente actor cuando le da la gana, y nos vamos a quedar solo con el enésimo niño que adopten o que tengan, con su último reportaje en Vanity Fair, con su último proyecto humanitario, con su última contribución a una ONG (Por cierto, dicen que donarán todo el dinero a caridad. Un gesto que les honra y... ¿Lo ven? ¡Ya estamos!).

Si hay quien no podía vivir sin verle la cara a los rrorros ideales de la muerte, es su problema. Otros tenemos noticias más cercanas que, esas sí, nos han traído una alegría genuina y duradera, de las que no se pasan en lo que se tarda en hojear un reportaje; porque conoces y quieres a los protagonistas; y sabes que están felices, y te alegras por ellos y con ellos, y con ellos empiezas la cuenta atrás de los meses que faltan hasta que todos tengamos delante el resultado de la noticia, con tres pelos encima de la cabeza y llorando por el biberón. Sin papel couché, sin glamour, sin exclusivas. Habiendo genuino cariño y amor, todo eso no hace ninguna falta.

Bienvenido, chaval.

Nos vemos en abril.

10 comentarios:

Eulalia Sacristán dijo...

Perdón Vince, creo que me he perdido algo. ¿Lo de nos vemos en abril...?

Eulalia Sacristán dijo...

Laia: otra cosa señor Vince, a mí los bebitos de Brad y señora como que me dan igual, prefiero los de los conocidos, el mio... pero vamos los de toda esta gente -actores o no- de la farándula me importan un comino.

Lynx dijo...

Sobrino habremus, Vince?

Vince dijo...

Sobrino nieto, lynx; que uno ya va teniendo años.

Eulalia Sacristán dijo...

Los años no importan porque supongo que usted es joven ¿o no?

Vince dijo...

Pues Laia, como dice Sabina: Cada noche me invento / todavía me emborracho / Tan joven y tan viejo / like a rolling stone

Lego y Pulgón dijo...

Tengo el "Hola" de la Familia Brangelina encima de la mesa. Desde que recuerdo, todos los sábados, almuerzo con mi abuela Baba. En la sobremesa, ella el "Semana", yo el "Hola". El reloj de pared pone la banda sonora. Comentarios de las mejores jugadas. Cuando terminamos, intercambio de revistas.
Y como la echo tanto, tanto de menos, sigo cumpliendo con mi parte del acuerdo. Compro la revista casi todas las semanas y, sí, eso me hace feliz. Cosas que pasan.
Pero, sin lugar a dudas, las alegrías cercanas y cotidianas (¡¡¡enhorabuena!!! Nos vemos en Abril) son las que verdaderamente llenan los dìas.

Anónimo dijo...

Creo que los responsables de su futura "tio-abuelez" no habrán leído esta entrada. Como sabe, uno anda por las cumbres ecuatorianas (anoche hablé con ellos, están encantados) y la otra salió ayer hacia Grecia.
Supongo que lo verán a la vuelta. A mí me ha gustado.
E.

Anónimo dijo...

Y a mi también, mucho
B

Anónimo dijo...

¡¡Hombre, Vince, muchas gracias, qué detalle!! Jeje... Justo en mi viaje a Grecia iba empapándome el ¡Hola! con las compis de viaje, que ha dado de sí una barbaridad (Lego, estarás de acuerdo, jeje). En fin, una tiene estas cosas (y usted las ha sufrido en sus carnes, si mal no recuerdo, cuando le torturé sin piedad con otro ejemplar de la revista en la última comida familiar). Muchísimas gracias por la entrada, anyway, que me ha encantado. No sé aún si nos vemos en marzo o en abril, pero espero que nos veamos ;-) Un abrazo de la mitad responsable femenina. Paulova