viernes, agosto 08, 2008

Mi pie izquierdo, o El Vía Crucis de un cinéfilo lesionado (1)

¡Maldito esguince! Uno de esos tropezones diabólicos a los que tan propensos son las aceras de Madrid me ha dejado con el pie del tamaño de una paletilla de Jabugo. La verdad es que hace ya una semana que lo arrastro -y me arrastro-, pero ese lujo asiático que es la baja pagada es algo que no podemos disfrutar los autónomos a la fuerza. Por fin hoy me he escaqueado de mis obligaciones profesionales, y he ido al médico. Lo de siempre: tobillera, antiinflamatorios, baños fríos y calientes, y el pie en reposo.

Sobre este último punto, uno hace lo que puede, que me temo no es mucho. El lunes estoy otra vez en danza, y nunca mejor dicho. Pero mientras, aquí me tienen ustedes en casa, con el pie en alto y escribiendo en plan Carrie Bradshaw, con el portátil en el regazo. ¿Qué se puede hacer con tantas horas muertas? No tengo edificios enfrente, como James Stewart, así que no puedo dedicarme a cotillear vidas ajenas a ver si descubro algún asesinato o, por lo menos, alguna vecina stripper.

Así que, lógicamente, queda el cine. Lo cual me ha dado pie a una idea diabólica. En las proximidades de mi casa tengo dos bibliotecas públicas, ambas con una aceptable colección de DVDs. Así que me parece que voy a dedicar mi convalecencia a desentrañar uno de los grandes misterios de la humanidad: ¿De verdad es tan malo el cine español?

Pues por investigar, que no quede. Durante los siguientes días, cine español a cascoporro. La idea es acercarme regularmente por estas bibliotecas y sacar, sin ser demasiado selectivo, todas las pelis españolas más o menos en el mismo orden en el que me las vaya encontrando. Las únicas condiciones que tienen que cumplir son a) ser españolas (claro), b) ser relativamente recientes y c) que yo no las haya visto todavía. Me las pienso ir tragando a razón de varias por semana, en mis ratos de pinrel en reposo, y ya iré sacando tiempo para contarles por aquí qué me van pareciendo. ¿Descubriré alguna obra maestra? ¿Encontraré virtudes que mis prejuicios me impedían ver? ¿Actuaciones memorables, guiones brillantes? ¿O todo lo contrario?

Como sospecho que muchos de ustedes andan de vacaciones, es poco probable que ni se lean esto. Pero yo les voy a ir avisando del menú, por si quieren comentar alguna de las que vaya viendo o darme alguna indicación, si es que ya la han visto (“¡Nooo, Vince, no se trague eeeesa! ¡Que es usted muy jooooven!”). Cuando se me acabe el tiempo libre, y tenga que renunciar a esta investigación exhaustiva, haremos una pequeña recapitulación.

Y para que vean que voy en serio, estas son las dos primeras que me he traído: Así en el Cielo Como en la Tierra (1995), de Jose Luis Cuerda, y Al sur de Granada (2002) de Fernando Colomo. Si alguien las ha visto y tiene algo que decir sobre ellas, ahí tiene la sección de comentarios (sí, esa de las telarañas). Yo, me lanzo a las procelosas aguas del celuloide ibérico. Ya les iré contando.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que he visto ambas. De la primera, "Así...", tengo un vago recuerdo de que era mala. De la segunda, "Al sur...", vagamente entretenida. Pero la verdad es que no me acuerdo casi: esto ya dice algo, ¿no?
E.

Anónimo dijo...

Perdón, se me olvidó: ¡que haya alivio!
E.

Lego y Pulgón dijo...

Como impenitente y obsesiva lectora de Stephen King, no quiera imaginar la de cuentos cortos que se me ocurren con un protagonista lesionado en un tobillo, en una habitación a oscuras, con la única iluminación de la pantalla del televisor. Lo estoy viendo desde atrás, en el umbral de la puerta, y la cámara se va acercando...
¡Que se mejore!

Anónimo dijo...

Vaya mala pata, siento el chiste fácil. Espero que se mejore. Yo he tenido varios, dos de ellos en las aceras de Madrid, y son de recuperación lenta, perfectos para leer y ver cine. (Y trabajar de vez en cuando, hoy los portátiles lo hacen más fácil).

Viendo el cartel de "Mi pie izquierdo", hoy he visto precisamente "Pozos de ambición", con un pasadísimo Day-Lewis aunque impresionante en los primeros planos. Bien dirigida, estupendamente fotografiada pero, qué quiere usted que le diga, con un personaje tan arquetípico y previsible –el guionista P.T. Anderson, que también es el director, no se ha comido el coco demasiado– que me parece una película fallida, por abreviar. No he leído la novela, pero me consta que es mucho más interesante e intensa que la peli. ¿Usted la ha visto?

Anónimo dijo...

Yo tengo una idea prefijada del cine español. He visto bastantes, de a.F. (ante Franco) y p.F. (claro) y me he hecho una idea. Tengo una especial curiosidad por su opinión. Ah, siento lo de su tobillo, sé lo que es eso.

Anónimo dijo...

Lo siento por su pie izquierdo -lo hubiera sentido igual por el derecho-, pero qué le vamos a hacer. Lo cierto es que La Ventana indiscreta hubiera estado mejor, pero supongo que las que usted elija estará bien. Tiene buen gusto y, si no le han gustado ya nos lo contará. Por si le viene bien un consejillo, olvídese de la escayola, los antinflamatorios y todo ese jaleo; mucho mejor un fisioterapeuta, como hacen los deportista, y en un par de sesiones, nuevo, vamos, a estrenar. Recupérese don Vince.

Náufrago en tierra firme dijo...

¿Por qué esto de los esguinces pasa siempre en verano? Mis dos únicas lesiones de este tipo han coindidido siempre en época estival, cuando más ganas hay de estar fuera de casa...en fin, tomeselo con calma Vince, y estoy de acuerdo con Laia: lo mejor es ir a un fisio, que lo malo de estas cosas no es la escayola, sino los dolores que vienen después (jo, qué ánimos doy).
Yo sigo con mi proyecto veraniego de ampliar mi cultura cinematográfica, y de las dos pelis que veo cada semana (qué grandes las bibliotecas públicas, oiga) una intento que sea española. No he visto las dos que usted menta, si su crítica es favorable quizás las incorpore a mi lista.
Un saludo, y cuídese mucho ese pie!

Anónimo dijo...

¡Malditas zanjas gallardonitas!