miércoles, julio 02, 2008

¡No se vayan todavía, aún hay más!

Hace unos días, en una de las redacciones donde todavía me dan algo de trabajo, estuve charlando con el redactor jefe sobre Iron Man. ¿La película? Divertidísima. ¿Robert Downey jr.? Está que se sale. ¿Jeff Bridges? Se lo pasa como los indios haciendo de malo, y se le nota. Y entonces fue cuando le hice la pregunta capciosa:

- Por cierto, muchacho, no te habrás salido del cine antes de que acabaran los títulos de crédito. ¿Verdad?

- Eeehh… Pues sí. ¿Por?

¿Por? Porque yo hice lo mismo, sin saber que había sorpresita después. Les cuento, por si no lo saben: en el universo Marvel hay un personaje secundario que se llama Nick Furia. Su papel es el de director de SHIELD, la organización de recontraespionaje que pulula por todos los cómics de la casa (incluso se rodó un telefilme sobre él, donde lo interpretaba… David Hasselhoff. No sé si alguien lo ha visto y ha sobrevivido). En la versión Ultimate de las colecciones Marvel, que presenta una versión más actualizada de sus héroes, Nick Furia aparece con una pinta algo distinta: ya no es blanco, sino negro, y además es clavaíto a Samuel L. Jackson. Una fotocopia, vamos, y si no, miren arriba. Por lo visto, la idea partió de la propia Marvel, que le pidió permiso previamente al actor. Este, al ser un fan de los cómics, aceptó encantado.

Bueno, pues a medida que avanzaba el rodaje de Iron Man comenzó a rumorearse que Jackson aparecería en la película interpretando a Nick Furia, en eso que se llama un cameo, es decir, un papelito mínimo. Pues la película iba avanzando, y Nick Furia no se dejaba ver. Ni por asomo. Bueno, pues al final, sí que sale. ¿Dónde? En efecto: después de los créditos finales.

Estas bromitas son lo que en inglés se conocen como stingers; escenas que aparecen cuando parece que ya está todo el pescado vendido, para la gente que ha tenido la paciencia de no levantarse de la butaca hasta el final. Habitualmente no son gran cosa, pero bueno. ¿Por qué esta manía de colocar la guinda después del final y no antes?

No estoy muy seguro de cuándo empezó esta costumbre; yo creo que una de las primeras películas en utilizarla fue El último de la lista, una trama de asesinatos misteriosos rodada en 1963 por John Huston. El protagonista -el asesino, vamos- era Kirk Douglas, pero en la película aparecían también Frank Sinatra, Robert Mitchum, Burt Lancaster y Tony Curtis. Lo que ocurría es que salían tan disfrazados que resultaban irreconocibles; así que después del The End aparecían las escenitas de propina donde las cuatro estrellas se quitaban el maquillaje y saludaban al público. Pero eso sí, por lo menos una voz avisaba “¡No se vayan!” para asegurar que la gente se quedaría para apreciar el truquito final.

Arma Letal 3, las tres de Piratas del Caribe, X-Men 3, Daredevil… son solo algunas de las pelis recientes con sorpresa final. Ahora me estoy acordando de El secreto de la pirámide (1985), donde se nos contaban las hazañas del joven Sherlock Holmes, y que tenía un stinger básico, fundamental e imprescindible.

¿Quieren una lista de películas con escena post créditos? Pinchen aquí.

Y, si son de los damnificados por Iron Man… siempre nos queda You Tube.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo malo es que en muchos cines encienden la luz, ponen la música de fondo, te dicen por los altavoces lo de que les limpies la sala antes de irte... En fin, que te echan sin contemplaciones. Es muy difícil quedarse hasta el final de los créditos.
Aparte, claro, de que parece uno un freakie ¿a quién c... le va a interesar el nombre del que hace los bocadillos en la "second unit" y cosas por el estilo?

Anónimo dijo...

A mí que Furia sea negro, blanco o verde (estamos en Marvel, así que verde es aceptable) me da lo mismo, pero ¿Calvo? ¿Esa airosa melena negra con mechones blancos, perdida para siempre?

Lo siguiente será ver a Wolverine haciéndose la manicura. Cuando el fashion entra por debajo de la puerta, ya no se detiene. Menos mal que hace años me desenganche de los comic Marvel, si no empezaría a pensar en antorchas purificadoras

Vince dijo...

Bueno, Peñas, no se pase. Se da el caso de que Samuel L. Jackson ES calvo... ¿O preferiría verle haciendo de Furia con el pelucón de Pulp Fiction? Hasselhoff sí que salía con toda la pelambrera, y la verdad...

Lego y Pulgón dijo...

"Porque el cine no se acaba cuando llegan los títulos de crédito..."

Anónimo dijo...

En eso estamos de acuerdo, Vince. Hasseldorf no vale para Furia, por mucho pelo que tenga. Sólo vale para… para…

¿Alguien tiene idea de para qué vale Hasseldorf? La verdad es que su supervivencia en el mundillo del espectáculo es para mí un completo misterio

Y que conste que nada tengo en contra de la calvicie. El cine, precisamente, nos ha mostrado que la calvicie puede ser un estandarte de atractiva virilidad, como bien han demostrado Yul Brynner o Jackson, por sólo citar dos hombres cuyo atractivo no requiere cabello