miércoles, abril 16, 2008

Devorados por el personaje



Hace ya bastante tiempo que el Festival de Eurovisión me provoca tanto entusiasmo como pasar un fin de semana en el duplex de Jose Luis Moreno, pero lo de este año ya es demasiado. No me voy a extender sobre el fenómeno Chiquilicuatre porque este es un blog culto, faltaría más, para lectores elitistas y cultivados, ¡qué coño!. Pero si traía el asunto a colación es por las noticias que he leído sobre que David Fernández, el actor que interpreta al cantante (???) de la guitarrita, tiene prohibido dar entrevistas, a menos que en ellas siga interpretando a su personaje. Es decir, no puedes entrevistar a David Fernández. A Rodolfo Chiquilicuatre, sí.

Es un caso obvio de personaje que devora al actor, bueno, más que devorarle, que se lo come con patatas. Porque David Fernández lleva años participando en el show de Buenafuente, donde ha creado personajes tan conseguidos como Goicoechea -un extremeño que quiere ser vasco-, Santi Climax -un aspirante a actor absolutamente negado y deprimente- o el padre de Lewis Hamilton, que cae todavía más gordo que el original. Pero, desde hace unos meses, es Chiquilicuatre desde que se levanta hasta que se acuesta. Espero que el previsible último puesto que nos vamos a llevar (¿se apuestan algo?) sirva para que el fenómeno pase a mejor vida cuanto antes.

Lo de actores devorados por el personaje que interpretan es una constante en el mundo del cine. Hay dos especialmente peligrosos: Superman y James Bond, como atestiguan las carreras de Christopher Reeve y de cualquiera de los seis intérpretes que hasta ahora se han enfundado el smoking de 007 (sobre todo de Sean Connery, que a finales de los 60 no dudó en proclamar que odiaba a Bond con toda su alma). Pero si nos remontamos más atrás en la historia del cine, encontramos otros casos aún más llamativos.

Fíjense en la chica de la foto de hoy. ¿La reconocen? Se llamaba Theda Bara, y en los años del cine mudo, fue una de las principales estrellas de la Fox. Desde su primera película A fool there was (1915), quedó encasillada para siempre en papeles de mujer fatal, a la que los hombres le duraban menos que un Sugus en una primera comunión. Todos sus papeles repetían más o menos el mismo esquema, pero fue cuando su cuarta película The devil’s daughter (1915) cuando su fama se disparó por todo el país. Las mujeres pateaban los carteles con su rostro, y los niños salían corriendo cuando la veían. Por supuesto, no se libró de interpretar a las grandes seductoras de la historia, desde Cleopatra (1917) hasta Carmen (1915).

La Fox, que era el estudio que la tenía bajo contrato, hizo todo lo posible por enterrar a la actriz dentro del personaje: según la biografía oficial facilitada por sus publicistas, había nacido en Egipto, hija de una actriz francesa y un escultor italiano, y había pasado sus primeros años a la sombra de las pirámides, antes de trasladarse a Francia. Su nombre artístico, por cierto, era (inintencionadamente) un anagrama de “arab death”, lo cual servía para aumentar todavía más el morbo… cuando en realidad, la chica se llamaba Theodosia Gorman y era hija de un sastre de Cincinatti.

Al final, cansada de repetir siempre el mismo papel, no puso impedimentos cuando la Fox no le renovó el contrato y, tras un par de intentos teatrales que no tuvieron demasiado éxito, se retiró del cine en 1926. Y, por cierto, apenas sobrevive media docena de sus películas, lo cual daría tema para algunas entradas más. Total ¿Qué interés hay por conservar el cine mudo? ¡Si no hablan!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

He visto peliculas de la Bara en el cine club universitario (¿donde si no?), junto con ciclos extraordinarios del expresionismo aleman, Griffith o Stroheim. Le animo descaradamente a que abra su blog al cine mudo, maravilla artistica casi desconocida y cuna de lo que es el autentico cine de calidad. Murnau, Wegener, Lang ... se merecen mas de una entrada.

Anónimo dijo...

Estimado Vince:

El personaje del "vasco extremeño" se llamaba Zuloaga y no Goicoechea...

Anónimo dijo...

Estimado Vince:

El personaje del "vasco extremeño" se llamaba Zuloaga y no Goicoechea...

Vince dijo...

¡Anda, es verdad! Lo siento por el patinazo; tiene gracia que se haya acordado precisamente usted...

Anónimo dijo...

Pues Vince; después de muchos años alejado de ese odioso concurso, esta vez voy a tragármelo entero. Por fin algo que se aleja de esos jóvenes guardados en formol que se pasean por el escenario eurovisivo paseando su dudoso y aburrido talento. Para mi el chicquilicuatre es a Eurovisión lo que Leti a la monarquía... la única manera de acabar con ellos. En cuanto a Theda Bara; por favor, más entradas sobre esa diosa...

Unknown dijo...

Me parece que uno de los casos mas dramatico de actor devorado por un personaje es el del actor Anthony Perkins, devorado por su personaje en Psicosis.

Vince dijo...

Tiene razón, Tomás, en el sentido de que acabó haciendo siempre el mismo personaje, pero no creo que la gente pensara que Hopkins era así en la vida real (sobre todo su madre...)

Anónimo (11:43): habrá más cine mudo en los próximos días. Parece que les mola.