domingo, diciembre 16, 2007

Navidades alternativas (¿Las necesitamos?)


Y a medida que los días se van haciendo más fríos, la noches más cortas y El Corte Inglés más multimillonario, ¿No va siendo hora de que hablemos de las películas de Navidad? En primer lugar, cabe hacerse una pregunta. ¿Por qué existen? Ah, claro, porque hay niños. Pero eso es una cosa, y otra es suponerse que todos los críos del planeta sean cursis, medio lelos o lelos del todo, y que se traguen todas esas sobredosis de almíbar con las el cine, especialmente el norteamericano, tiende a cargar este tipo de cintas “para toda la familia”. Visto lo que consideran “para toda la familia”, no me extraña que en Estados Unidos tengan una epidemia de diabetes infantil.

Hablando en serio, el asunto de las películas navideñas no deja de ser más bien polémico. ¿Deben existir? ¿Nos gustan o las odiamos? ¿Son mera colonización yanqui, con el gordinflas de Santa Claus por todas partes, o transmiten valores y buenos sentimientos universales? Y ya puestos, ¿Cómo es que a Vince Vaughn (Dios Santo, que ese tipo sea tocayo mío… y yo ni siquiera me he ligado a Jennifer Aniston) no le han metido en la cárcel después de la última abominación con que ha invadido cientos de pantallas de nuestros cines?

Pues miren, para que no digan que no tengo espíritu navideño, voy a dejarles hoy una pequeña lista de películas de Navidad alternativas. Y, como siempre, se aceptan sugerencias y opiniones:

Plácido (1961) de Luis García Berlanga. Empezamos por la más descarnada, pero eso no quita para que siga siendo genial, de cuando Berlanga estaba en su apogeo. Ahora, no creo que la veamos por la tele en estas fechas; poner esta peli sobre la Navidad en Navidad es algo así como emitir La vida de Brian en Viernes Santo (tampoco sería mala idea)…

¡Qué bello es vivir! (1946), de Frank Capra. Bueno, esta de alternativa no tiene nada, de hecho, es la película navideña por excelencia, y aún así… ¿Es que la tienen que echar en Navidad SIEMPRE? Por Dios, hay otros 364 días en el año para disfrutar de ella.

Arma letal (1987) y Jungla de Cristal (1987). Pues sí, los dos clásicos del cine de acción, tiros y tentetieso de los ochenta ocurren durante los días de Navidad; así que entran aquí con todo derecho. ¡Yipi-kai-yay!

Pesadilla antes de Navidad (1993), un prodigio salido de la fábrica de ideas de Tim Burton, como años después lo haría La novia cadáver (2005), igualmente prodigiosa pero en mi opinión, inferior. Esta sí que consigue hacer disfrutar a chicos y grandes, aunque la verdad es que la trama está a caballo de Navidad y Halloween… pero cuela.

Gremlins (1984), de Joe Dante. Aquella escena de los bichejos del título cantándole villancicos a la viejecita del pueblo y casi cargándosela del susto… ¿Qué quieren que les diga?

De momento eso es todo. Tengo pendiente, si les parece bien, una entrada con anécdotas sobre la historia y el rodaje de ¡Qué bello es vivir! Pero, antes, mañana vamos a hablar de una de las peores películas de Navidad que jamás se hayan hecho. La verdad es que fue, más bien, un especial para televisión, pero originado por una legendaria saga cinematográfica y un todopoderoso director / productor. Seguro que los más espabilados ya saben de lo que estoy hablando.

P. D. Sobre la entrada anterior, sólo quería aclarar que el Truman Capote de la foto era… el verdadero Truman Capote. Lo siento por los que hayan picado, pero no pude resistir la tentación. A veces uno se levanta traviesillo...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

El verdadero Capote, vaya puntazo se ha marcado usted. Uno no ve si no quiere ver...

"Qué bello es vivir" es un alarde de guión y de dirección, pero no soporto la historia en sí. Hace años que no la veo y creo que seguiré en mi tradición. Una peli que adoro, que no es clásica, que no es puramente navideña pero lo es y que es redonda es "Love Actually".

Vince dijo...

Tiene usted razón, Vidal esa se me había pasado, y es maravillosa. Además del reparto que tiene, sabe utilizar la Navidad reduciendo al mínimo los tópicos y las sensiblerías.

Lego y Pulgón dijo...

"Qué bello es vivir" es mi debilidad navideña. No como turrón, Papa Noel me cae gordo (sobre todo los que han puesto mis vecinos, en hilera, trepando por el balcón ¿eso es gracioso?). El despilfarro energético de estas fechas me pone nerviosísima, así que en casa no hay ni una mísera luz de más. Pero si las cadenas televisivas no la programan, me la programo yo, en versión original (qué voz tan rara le ponen siempre a James Stewart, con todo mi respeto por el actor de doblaje correspondiente).
"Pesadilla antes de Navidad" es otro imprescindible para ver mientras se digiere el elefante que nos hemos zampado durante el almuerzo de Navidad.
"Mickey's Christmas Carol" me inspira y me hace reflexionar todos los años (Walt Disney como guru filosófico; da que pensar, lo sé).
Son días de sofá y manta, y, en mi caso, de ver cursilerías, las mismas de todos los años. Y si son musicales y se llora algo, aunque sea un poquito, mejor. Que eso es digestivo.
PS: me ha encantado lo de Capote. Es listo y maaaaaalo, como la Bruja Avería.

Mauro Fernández de Bobadilla dijo...

Siempre leo este blog y cloaro; desde mi incultura cinematográfica (y analfabetismo general) nunca he pensado que tuviera algo útil que aportar, pero creo que ha llegado el momento…
Sé que pasó sin pena ni gloria por los cines hará dos o tres años, ¿pero como podemos olvidarnos de ese Billy Bob Thorton haciendo de Papa Noel alcohólico, ladrón y falto de toda ética? Creo que la película Bad Santa es perfecta como navidad alternativa…

Vince dijo...

Mau: Bad Santa no pasó sin pena ni gloria por los cines, sino que se ha ido convirtiendo en eso que se llama una película "de culto"; tiene un montón de fans. La verdad es que no la metí por demasiado reciente, demasiado fácil... error mío, probablemente.

Y deje que le recuerde que este blog ni está hecho por un profesional ni es para profesionales; aquí somos todos aficionados al cine, así que puede usted meter todos los comentarios que le parezcan bien. Que me tienen ustedes hartito con eso de no, yo es que no meto comentarios porque no se me ocurre nada... ¿Para que están los blogs entonces?

Anónimo dijo...

No necesitamos Navidades alternativas pero, si, urgentemente, un Berlanga, algo que se le parezca. Ha citado usted casi lo mejor del cine español (cuando se hacia cine), llena (plagada)de tópicos, pero cine de verdad. Ocurre en Navidad, pero la historia de "Plácido" es tan actual un dia de agosto como de diciembre.