martes, junio 05, 2007

Entre rejas

¿Puede alguien explicarme en qué narices estaban pensando hoy los dos principales diarios nacionales para dedicar su contraportada a un personaje tan innecesario como Paris Hilton? ¡Dos tercios de página en cada uno, señores! ¿Quieren que me crea que en estas últimas veinticuatro horas no habían pasado en el mundo cosas de más enjundia? Seguramente sí; pero claro, no tenían foto. Está claro que ni siquiera la prensa que se pretende seria está a salvo de ser atacada por el peligro amarillo.

Y es que nada como un buen famoso entrando en la cárcel. Antes y ahora. Todavía hoy, algunas detenciones han estado a punto de costarles la carrera a sus protagonistas, y estoy recordando, por ejemplo, el caso de Hugh Grant, (aquí tienen su foto policial... y la de algunos famosos más) que tuvo que realizar una vergonzante sesión de arrepentimiento público en el programa de Larry King por hacer algo, cielos, tan reprobable y depravado como irse de putas. Ya se sabe que eso sólo lo hacen los famosos, que son unos degenerados; de ningún modo los honrados padres de familia que se escandalizaron públicamente por el episodio.

Lo que ocurre es que antes las estrellas de cine -tranquilos, que no estoy metiendo aquí a la Hilton, ni loco- estaban relativamente protegidas gracias al paraguas que extendía sobre ellos la máquina de publicidad de los estudios. Estoy pensando, por ejemplo, en la detención de Robert Mitchum en los años 40 por tenencia y consumo de marihuana, algo que sigue estando penado hoy en día, pero que en esa época era considerado signo inequívoco de drogadicción. Otros actores habían visto sus carreras destrozadas por menos, y el protagonista de Adiós, Muñeca se salvó únicamente gracias a la tremenda presión ejercida por Howard Hughes, dueño de la RKO y, por tanto, jefe y amigo de Mitchum.

Pero eso no podía saberlo la noche que lo detuvieron. De hecho, estaba tan convencido de que su carrera se había terminado que, cuando el policía le pidió sus datos para hacerle la ficha, al preguntarle por su profesión, contestó amargamente:

- ex actor.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Paris Hilton innecesaria? ¡¡Insensaaaaato!!
Quiero contratar a Paris en el "Bada Bing!", la quiero bailando agarrada a una de las barras...

Anónimo dijo...

¿Crees que hoy no siguen protegiendo a los artistas? Me refiero a los publicistas que emplean. Toda mi adolescencia enamorada de Rock Hudson, ya ves ; ))) Te recuerdo que a la Hilton, en su debut cinematográfico, (glub, la contrató un director español en aquella casa de cera), la gente en EEUU aplaudía y se ponía en pie cuando le atravesaban el cráneo con una lanza. Muy duro ¿no?

Gloria dijo...

En los tiempos de Mitchum, ser un chico malo te podía costar la carrera... Pero Bob era mucho Bob, hasta para ellos.

Ahora eres malo y sales en todos los programas de tele-cotilleo, y encima cobras... y no hace falta que tengas talento alguno como actor, sopranista o ingeniero aeronautico: con un morro de aquí a Alfa-centauri, basta.