Los organizadores de la ceremonia de 2000 se encontraron con que el cambio de milenio les traía una complicación políticamente incorrecta: La canción Blame Canada se había colado entre las nominadas. ¿Cuál era el problema? Varios. En primer lugar, el tema pertenecía ni más ni menos que a la película South Park, basada en la serie de dibujos animados para adultos (para adultos creciditos) que había triunfado en el canal de cable Comedy Central y, posteriormente, en todo el mundo. Su paso al cine era evidente, como evidente fue que, si la serie de televisión se pasaba varios pueblos, la peli se iba a pasar estados enteros. No tardó en ser calificada como la película con más tacos de la historia del cine.
Blame Canada era, con mucho, el tema más suave de la banda sonora, y aún así ponía a caldo a los canadienses, llamaba “zorra” a la cantante de ese país, Anne Murray, se metía con Celine Dion, empleaba varias veces la palabra fart (“pedo”) y completaba la faena con la estrofa “My boy Eric used to have my picture on his shelf / But now when he sees me he tells me to FUCK MYSELF” (“Mi chico Eric solía tener mi foto en su estantería / pero ahora cuando me ve me dice que me vaya a… bueno, a eso”). Esta última palabra era impronunciable en televisión, y las demás iban a suponer un enorme trabajo de relaciones públicas. Y quedaba el problema más importante: ¿quién iba a cantarla?
Tradicionalmente (y una de las pocas veces que no ha sido así fue en 2006) se intenta que las canciones nominadas corran a cargo de sus intérpretes originales. Pero en este caso, las voces de la canción las habían puesto Trey Parker y Matt Stones, los creadores de South Park, que no tenían ninguna experiencia como cantantes; ni hablemos de interpretar el tema en directo ante una audiencia de millones de personas. El tercer intérprete original, la actriz Mary Kay Bergman, se había suicidado seis meses antes. Y no se trataba solo de encontrar a algún cantante profesional dispuesto a interpretar la canción; es que, encima, su imagen tenía que adecuarse mínimamente a ella. Digamos que Celine Dion y Michael Bolton no tardaron en quedar descartados.
La solución fue Robin Williams. Al ser un fanático de South Park, no costó convencerle de que interpretara la canción en directo. Richard Zanuck, coproductor de la gala de se año, negoció con la cadena ABC: Williams podía decir fart, pero, desde luego, no fuck. Y Anne Murray mandó un mensaje: no importaba que la llamaran "zorra", porque entendía que la canción tenía una intención ante todo paródica.
El resultado fue visto por espectadores de todo el mundo; Williams apareció rodeado de dos docenas de cantantes y bailarines, y de una docena más de bailarinas vestidas de policía montada; fue el mejor número de la noche, pero quedó bastante claro que Blame Canada ya había hecho bastante con estar nominada: ganó Phil Collins por la canción You’ll be in my heart, compuesta para la película Tarzán, de la Disney. Y por cierto… ¿alguien es capaz de tararearla?
martes, febrero 20, 2007
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1 comentario:
Por favor, don Vince ¿cómo no voy a ser capaz de tararear una canción de Disney? Ahora, pídame que tararee algo de "All that jazz" y me pone en un compromiso...
Por cierto ¿a que "fart" es una palabra genial, casi onomatopéyica? Y se hace verbo, y todo, la tía...
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