domingo, enero 28, 2007

Zarrapastroso's night



“A los actores, antes, se les exigía tener todo tipo de trajes. No los ponían las empresas. Encima de que cobraban poco, tenían que comprarse frac, smoking, chaqué, varios trajes de calle… mi padre tenía un baúl-percha, aquellos baúles “Hartman” que se abrían como un armario”. Esto cuenta en sus memorias la actriz española María Asquerino, recordando los tiempos de su padre, el también actor Mariano Asquerino, cuando los profesionales de la interpretación tenían que estar listos para interpretar cualquier tipo de papel. Porque había poco trabajo, y mal pagado, y no se podía ser demasiado escrupuloso al elegir. Mientras escribo esto, me viene a la memoria lo que me contó un compañero de Facultad, que en lugar de hacerse periodista, se gana la vida (y muy bien) como coordinador de guionistas y director de series en una conocida productora:

- No sabes lo difícil que es encontrar actores españoles que sepan llevar traje y corbata. Casi imposible. Van envarados, incómodos, se nota que no tienen costumbre de ponérselo, y no están a gusto.

Desde luego. En ningún lugar se ve tanto esta tendencia al torpe aliño indumentario como en la gala de los Goya, a celebrar esta noche. Diego Galán, que suele ser un tipo bastante informado en estos menesteres, contaba el viernes en El País que la ceremonia de este año intentaría alejarse de ciertas tendencias vergonzantes de ediciones anteriores. Así, decía, “Al menos, parece que esta vez no habrá referencias a la prepotencia del cine de Hollywood y el consiguiente estrangulamiento de otras cinematografías. Sería un alivio, y si además hubiera alguna autocrítica, que no parece, aún mejor”, aunque también advierte de que no nos libraremos de aguantar “chistes escatológicos de cuartel, autobombo de alipori, privado o gremial, en esa creencia vanidosa de algunos cómicos de que sus asuntos son tema de interés para todos”.

Pues Dios le oiga, y actúe en consecuencia. Pero, por mucho que se intente limitar el victimismo y la autocomplacencia -las dos grandes enfermedades de nuestro cine-, me temo que no nos libramos del pase de modelos, que indica cómo muchos de los profesionales del gremio parecen tomarse a chacota la importancia de una ceremonia donde se resume el trabajo global realizado durante el año anterior. Ellas suelen ir divinas de la muerte y muy bien que hacen, pero el personal masculino abunda en vaqueros, camisetas, chaquetitas creadas por algún diseñador con más pluma que espalda, zapatillas deportivas, barbas de tres días… ya se sabe que ponerse smoking es de horteras, y llevar traje y corbata (o, por lo que se ve en algunos casos, incluso ducharse), de fachas. El resultado es que parece que muchos se han pasado por ahí a recoger el premio de camino al botellón.

Llámenme pijo, llámenme clasista, o lo que les de la gana, pero si comparamos las pintas de la ceremonia de los Goya con las de los César franceses o los Bafta británicos (ni hablemos de los Oscar, donde no sólo los asistentes tienen que ir de etiqueta, sino también todo el equipo técnico), esto parece una reunión de amiguetes sin respeto por la ceremonia, por su cine, ni por el público. Mariano Asquerino, siempre tan elegantón, se hubiera sentido aquí como un marciano. Y si ellos mismos no se toman en serio su trabajo ¿Cómo esperan que nos lo tomemos en serio los demás?

9 comentarios:

Lynx dijo...

Pídase lo que quiera don Vince, que invito yo!

Anónimo dijo...

he empezado a ver la jodida gala... el tal corbacho... me faltan los adjetivos... verguenza ajena... he tenido que cambiar de canal... espero no tener pesadillas...

LE BLOG dijo...

Si si, muy inapropiado el tal Corbacho, no le ví la gracia en ningún momento. Le venía grande el papel.

Anónimo dijo...

No recuerdo quién me lo dijo: ¿Los Goya? Son los Oscar-manta
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Anónimo dijo...

Nada, que los de los Goya no tiene solución. La Gala fue tan cutre como siempre, el "quiero y no puedo" de toda la vida. Corbacho, sin gracia. Sus sketchs de las pelis nominadas, un despliegue de mal gusto. La del año que viene, peor. ¿Cuándo dejarán de pretender hacer un espectáculo "de humor" y se centrarán únicamente en la entrega de galardones, sin más? Como en Cannes, por ejemplo.

Anónimo dijo...

LOS GOYA...SIGO SIN ENTENDER PORQUÉ HAY QUE INTENTAR SER GRACIOSO. ¿HAY ALGUIEN QUE PLANEA Y ESCRIBE UN GUION? SOLO CON LOS TRAJES DE CORBACHO SE PODRÍA PAGAR UN GUION CON HUMOR INTELIGENTE.

El podenco dijo...

Ja, ja, ja... ¡¡Bueno, qué tremendo!! Absolutamente lamentable, no pude ver más de 5 minutos... Qué vergüenza. Lo mejor, un titular de "EL Mundo": "LA GALA, CONDUCIDA POR CORBACHO, FUE DINÁMICA Y DIVERTIDA" Ja, ja, ja...

Anónimo dijo...

De nuevo estoy de acuerdo con usted, señor Vince. Aunque no vi la gala (estaba muy ocupada viendo "Con faldas y a lo loco", una obra maestra, por cierto) he podido contemplar con vergüenza la vestimenta de los protagonistas de la noche. Exceptuando a, por ejemplo, los maravillosos vestidos de las hermanas Cruz, aquello parecía más bien el rodaje de "Zafarrancho en el rancho" en versión humana. Hago especial mención al traje en plan Lolita Flores de Estrella Morente, el ... de Carbacho (y dejo espacio en blanco porque no se me ocurre como calificar tal desastre), el pastel de cumpleaños de María Valverde o el vestido de Ángeles González Sinde hecho a mano por su hijo. La descuidadas apariencias varoniles las dejo aparte.
Miren que puedo presumir de tener una mente abierta a la originalidad y a la innovación, pero, qué puedo decir, hay que saber adónde va uno.
Y saber que tienen la oportunidad de sentirse por un día como una gran celebridad de Hollywood, van a la gala como si fuese el cumpleaños de su abuela. Qué desperdicio... Al menos me queda el consuelo de saber que la gran obra mestra de Guillermo del Toro, "El laberinto del Fauno", no fue olvidada en la sombra del gigante "Volver" (algo sobrevalorada, si me permiten la objeción).

Anónimo dijo...

Se puede decir "a tales señores, tales honores". El llamado Corbacho es lamentable, las vestimentas ridículas, el acto en sí, patético. Es, verdad, perfecto reflejo de nuestro ¿cine?. ¿Porqué narices tiene que haber Festival de los Goyas?, ¿porqué darle ese honroso nombre al mayor bodrio que los siglos vieron?. Estoy harto del autobombo, la autocomplacencia, la total ausencia de autocrítica, la politiquería de tres al cuarto .... pero mira que los españoles podemos ser cutres, ¿eh?.
Anonimo III