lunes, enero 29, 2007

Los Trapps sucios


Se ha producido un pequeño rifirrafe en el apartado de comentarios sobre el post Repollos con lazo (24 de enero), todo porqué califiqué de "cursi" a Sonrisas y lágrimas (Robert Wise, 1965). Qué cosas se me ocurren... De todos modos, aunque me he comprometido a volverla a ver por si cupiera o cupiese una rectificación, no he podido evitar acordarme de la verdadera historia de la familia von Trapp, bastante alejada de lo que pudimos ver en las pantallas. De hecho, es uno de los mejores ejemplos de hasta qué punto Hollywood era capaz de torturar los hechos reales hasta que admitan ser convertidos en un argumento apto para todos los públicos. Es cierto que los Von Trapp eran una familia de músicos, que el capitan von Trapp se casó con Maria, la institutriz que contrató para que se encargara de su prole, y que huyeron de Austria para escapar de los nazis. Pero la letra pequeña es algo diferente. Vamos a repasar algunos cambios:

a) En la película, von Trapp tiene prohibida la música a sus hijos, hasta que llega María y empiezan a machacar a su papá con aquello de “do es nombre de varón…”. En la realidad, los von Trapp llevaban años dedicados a la música antes de que apareciera María por la casa.

b) Ninguna de las hijas se enamoró de un joven nazi que luego les delatara a la Gestapo.

c) Los von Trapp no abandonaron Austria en cuanto llegaron los nazis; siguieron tocando en su país durante años. Cuando llegó el momento de irse, más que pasar a Suiza atravesando los Alpes, simplemente tomaron el tren a Italia, y de allí, a América. María Augusta, la hijastra del matrimonio, recordó en sus memorias que, si verdaderamente hubieran subido por las montañas que aparecen en la película… habrían ido a parar directos a Alemania, quizás no el mejor sitio del momento si uno no quería nazis alrededor.

d) Puestos a cambiar, los guionistas cambiaron los nombres de algunos niños, que sonaban demasiado teutones: Hedwig, Werner y Martina se convirtieron en la pantalla en Louisa, Brigitta y Liesl. Y en la vida real hubo diez niños Trapp, no siete.

e) Lo más importante, María se parecía tanto a Julie Andrews como George Clooney a Julián Muñoz. Tenía, atestiguaron los niños, un carácter terrible, que algunos asociaron con el trastorno bipolar. Pasaba en segundos de ser amable y cariñosa a gritar, dar patadas a los muebles, romper la loza y dar portazos. Lo que es más, cuando el Capitán von Trapp murió de cáncer de pulmón en 1947, María tomó el control de la familia, impidiendo a los hijos ningún tipo de noviazgo, porque temía que si se casaban y formaban familia propia abandonarían el grupo. La presión fue demasiado para una de las hijas, Rosemarie, a la que nunca le había gustado la vida en los escenarios: sufrió una crisis nerviosa y escapó de casa. Cuando la encontraron, María la internó en un manicomio y autorizó que le aplicaran electroshocks.

La familia von Trapp abandonó finalmente la vida artística (María murió en 1987), y se dedicaron a machacarse entre ellos con demandas sobre dinero y royalties. Algunos descendientes tienen un hotel de montaña, pero no está en Los Alpes, sino en Vermont. La verdad es que aquí, desde luego, hay material para otra película… Pero quizás fuera mejor que la dirigiera Arturo Ripstein (o Tarantino).

(Sería completamente injusto no dar aquí las gracias a Jonathan Wankin y John Walen por su libro Based on a true story, que ha proporcionado la mayor parte del material para el post de hoy).

3 comentarios:

Lego y Pulgón dijo...

¡Arruinada para siempre la Hermana María! ¡Vale, cuénteme ahora la verdad sobre Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente!
Debería poner en sus artículos algún tipo de orientación acerca de edades (mentales) apropiadas para ellos.
Es capaz de decir sin advertencia previa para mentes sensibles que Micky en Aprendiz de Brujo tenía una relación sospechosa con el Mago; ¿qué hacían un viejo siniestro y un niño-ratón viviendo juntos,¡¡¡y con túnicas!!!?


Claro que, ahora me explico mejor por qué en el convento no le pusieron a María ninguna pega para salir. Una enferma bipolar con hábito es un nuevo argumento para alguna pesadilla.
Por cierto, debo decir que, aunque siempre me preocupó la salida de Austria a través de las montañas, mi fantasía (y escasos conocimientos de geografía) hicieron que concluyera que América puede hacer frontera con Austria si hay un pliegue del espacio-tiempo. Lo dijo Friker.

Anónimo dijo...

Vamos, Vince, que no es ésta la primera peli que adorna y embellece una historia oscura porque así queda más guay. La fabulación es lo que tiene. Por esta misma regla de tres, deberíamos cargarnos todas las de romanos por las (a veces escandalosas) licencias históricas que se permiten. Olvídese de la cruel y despiadada María real y disfrute de la peli como si fuera un cuento. Si usted tiene un mínimo de sensibilidad (y presumo que la tiene), lo disfrutará. Por supuesto, véala en VO.

Unknown dijo...

Vamos a que tu te crees que las pelis son retazos de historias reales Todas las peliculas a lo mas te indican que son basadas en hechos reales pero no que son copia fiel de lo ocurrido, Ademas a estas alturas Maria pudo ser Paranoica esquizofrenica o lo que quiera, pero el carácter que le sellaron los actores de la pelicula al personaje, caso Andrews no lo borra nadie simplemente es un musical magistral...en cuanto a la vida real que la sigan viviendo los sobrevivientes en su rancho de vermont