martes, julio 24, 2007

Películas que no veremos



¿Qué tienen en común la detención del atracador de bancos conocido como El Solitario y la batalla de Bailén? Nada, en principio; pero no me negarán que ambas historias no son una base excelente para una película. El primer caso podría dar lugar a un magnífico thriller, de esos que, para más morbo, se anuncian como “basado en hechos reales”, y el segundo a una producción histórica repleta de acción, sangre y muerte, recordando la primera vez que en Europa se le dio caña de lomo a las fuerzas de Napoleón. Sin embargo, creo que hay pocas posibilidades de que veamos una ni otra. Cualquier asesino en serie o criminal norteamericano tendrá dedicado, como mínimo, un telefilme o, con más suerte, una excelente superproducción, al estilo de Zodiac, de David Fincher (en la foto). Y en cuanto a los conflictos históricos… Todos los españolitos nos conocemos la historia de El Álamo –que tiene dos películas dedicadas, la de John Wayne de 1964 y la de John Lee Hancock, excelente, de 2004-, pero la mayoría no tiene la menor idea de lo que pasó en esa población de Jaén hace 199 años.

El segundo centenario de la batalla de Bailén sería una magnífica fecha para estrenar esa producción española con, un suponer, Carmelo Gómez como el general castaños y Pilar López de Ayala como María Bellido. Pero creo que ya nos podemos ir olvidando. Para emprender un proyecto como ese hace falta una industria cinematográfica que realmente funcione, dispuesta a arriesgar –porque esta hipotética película, para hacerla bien, saldría desde luego bastante cara- y a meterse en temas que, bien contados, podrían interesar al público, como han hecho las cinematografías norteamericana e inglesa, entre otras, desde que el cine es cine. Con la sana idea de crear una película que meta al cine en las salas a saco, y forrarse con la recaudación conseguida legítimamente. En su lugar, seguimos utilizando a excelentes profesionales en proyectos con mucho onanismo mental y poco talento.

En cuanto a la historia de El Solitario, no me digan que no ven, por ejemplo, a Luis Tosar con su mejor cara de paranoico y pegando tiros como un descosido. Aquí la historia se beneficiaría, además, de que tiene un final. Volviendo a Zodiac, a la que he mencionado antes, a pesar de haberse estrenado hace poco ,casi ha desaparecido ya de las pantallas, y eso que la crítica la ha puesto por las nubes de forma casi unánime. ¿Puede deberse a que la gente ya conoce el final, ya sabe que Zodiaco (lo pongo así, en español, porque si no me suena a barca hinchable) no fue capturado jamás y su identidad sigue siendo un misterio al día de hoy?. Y una película sin final, por muy fascinante que sea su desarrollo, siempre acaba decepcionando un poco.

Quizá por eso la primera aparición de Zodiaco en el cine tuvo otra resolución. Fue en Harry el Sucio (Don Siegel, 1973) nada menos, donde Clint Eastwood se enfrentaba a un asesino en serie llamado Scorpio. Scorpio está basado claramente en Zodiaco, aunque no desvelamos ningún secreto si decimos que, al final de la película, Harry lo cose a tiros. El cine, siempre arreglando la realidad. Pero a lo mejor por eso nos gusta.

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